Elmer Cáceres Llica está en aprietos.
Elmer Cáceres Llica está en aprietos.

En 2004, Yaritza Huilcahuamán cumplió 18 años. Dos días después de su cumpleaños sufrió una violación. Señaló a su agresor, acusó a Elmer Cáceres Llica, hoy candidato a gobernador en Arequipa. Después de denunciarlo fue obligada a cambiar su testimonio. La violación que sufrió Yaritza quedó impune, y su agresor se burló de la justicia.

Lo mismo les ocurrió a Dionicia Quispe y a la ciudadana francesa Carole Marion. Fueron ultrajadas: igual que Yaritza acusaron a Elmer Cáceres Llica como su agresor. La justicia arequipeña les dio la espalda. La denuncia que puso Carole Marion desapareció, se perdió, se hizo humo.

Mañana domingo habrá elecciones en segunda vuelta. En Arequipa, más de 1 millón 100 mil electores acudirán a votar. Elmer Cáceres Llica, señalado por tres mujeres como su agresor sexual, es uno de los dos aspirantes al sillón de la gobernación arequipeña.

Guardando silencio y evadiendo presentaciones donde pudieran confrontarlo, logró crecer en las encuestas durante la primera vuelta. Ahora, dice que lo denuncian porque es un provinciano que pertenece al pueblo.

Cáceres Llica insulta a los provincianos. Un verdadero hombre del pueblo muestra dignidad, no se esconde en el poder de su dinero. No utiliza su origen ni el color de su piel para burlarse de sus víctimas. ¿Tres mujeres de distintas edades, de distintos orígenes pudieron ponerse de acuerdo para acusarlo falsamente? ¿Para denunciarlo como su violador, ante la policía, en distintos años? Los testimonios de Yaritza y Carole son verdaderos; es imposible describir detalles tan cruentos si no se han vivido.

Pero el prontuario de Cáceres Llica es extenso, medio centenar de veces lo han denunciado por delitos comunes y corrupción de funcionarios. Igual que con las violaciones, ha salido bien librado, parece que no en vano alardea de su poder.

Gracias a su dinero, Cáceres Llica ha continuado montando grandes mítines en la región Arequipa. La prensa y los colectivos de mujeres arequipeñas han alzado su voz de indignación y protesta. Mañana tocará que se sumen los cientos de miles de electores arequipeños que este domingo elegirán a su nuevo gobernador. Su voto les permitirá elegir qué tipo de autoridad quieren tener. De cada uno de ellos dependerá que un hombre acusado tres veces de violación no logre cobijo en un importante puesto público. Ni sus hijas, ni sus hermanas se lo merecen.

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