(AFP)
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La semana que hoy empieza será trascendental para la lucha contra la corrupción. Con el acuerdo que Odebrecht y la Fiscalía cerrarán se iniciará una nueva etapa de la investigación que permitirá conocer qué otros funcionarios públicos se dejaron corromper por la empresa y le dieron –a cambio del dinero sucio– todas las facilidades para saquear los recursos públicos al aumentar hasta cuatro veces el precio de las obras que ejecutó. Son episodios que permanecían en las sombras y desde que estalló el caso Lava Jato, han generado indignación.

A todos nos queda claro que los ex funcionarios que vienen siendo investigados en este megacaso de corrupción no son los únicos en la lista que ya conocemos. Hay otros que aún permanecen escondidos y en silencio esperando –implorando, es lo más probable– que no se sepa más de los delitos que se cometieron en todo un periodo de imperdonable impunidad. A ellos es a quienes se debe apuntar ahora.

Precisamente, entre las conclusiones del acuerdo que está por firmarse, Odebrecht se ha comprometido a seguir colaborando con la justicia peruana si se conocen más casos en los que hubo sobornos de por medio a cambio de darle a la constructora lo que quería.

Hasta ahora, se sabe que la firma ha reconocido delitos en el Metro de Lima, la Interoceánica, la Vía Costa Verde Tramo Callao y la Vía Expresa del Cusco. Solo en estos casos hay dos ex mandatarios investigados (Alan García y Alejandro Toledo), al igual que ex viceministros, ex funcionarios de menor rango y empresarios. Y no hay que olvidar a los candidatos que recibieron exorbitantes dádivas para financiar sus campañas, ya que Marcelo Odebrecht dijo que se dio dinero a todos.

En agosto, el líder del equipo especial del Ministerio Público, el fiscal Rafael Vela, manifestó ante el Congreso que no se negociaba un acuerdo de inmunidad para Odebrecht, sino uno de colaboración eficaz. De hecho, la empresa deberá pagar un millonario monto de indemnización al Estado peruano por los delitos que cometió. Y si bien esto último no debe dejar de exigirse, para los peruanos es más importante aún conocer la verdad.