(Rafael Cornejo)
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Redacción PERÚ21

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Carlos Villegas, ActivistaAutor: GONZALO PAJARESgpajares@peru21.com

Los peruanos hemos visto, con indignación e impotencia, como estos días los accidentes de tránsito se han multiplicado y han ocasionando varias muertes. Conductores multisancionados e irresponsables pero con licencias de conducir vigentes, unidades de transporte público en mal estado, empresas informales o con malas prácticas en su gestión, desorden legislativo, impunidad… todo eso configura el panorama que observamos cada vez que salimos y transitamos por las calles. En busca de soluciones a este caótico panorama buscamos a Carlos Villegas Camones, quien, en 2006, creó la Asociación de Víctimas de Accidentes de tránsito.

¿Por qué se hizo necesaria la creación de un organismo como la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito (Aviactran)?Creé esta institución 2006, a raíz de que a mi hijo lo atropelló el médico Diego Franco Mora, quien estaba en estado de ebriedad. A mi hijo le rompieron los brazos y las piernas y, a partir de ese momento, fui testigo de cómo se vulneraban los derechos de las víctimas, de cómo se cambiaban los atestados policiales, de cómo el Soat era insuficiente, de cómo los abogados de los agresores y hasta los jueces se burlaban de las víctimas, de cómo al juez no le importó que el proyecto de vida de mi hijo –un niño deportista de nueve años– se cortase… por todo esto, decidí fundar Aviactran.

¿Cuál fue la sentencia que le impusieron al agresor de su hijo?En primera instancia, una suma ridícula, 500 soles de reparación civil y un año de cárcel suspendida, no efectiva. A partir de entonces, junto con mi esposa, empezamos a trabajar en Aviactran.

La sensación que se tiene es de una ciudad caótica, casi irrecuperable…Nosotros compartimos esta sensación de Lima. El año pasado murieron entre tres mil y 3,590 personas. Los accidentes de tránsito son la principal fuente de muertes en el Perú: en 10 años tuvimos 55 mil víctimas documentadas, más de las que mató Sendero Luminoso en un tiempo similar. Y las víctimas, entre fatales y no fatales, llegan a 880 mil. Y, lo peor, la incidencia es cada vez mayor.

Lo que lo enervó fue la impunidad. Imagino que nuestra legislación permite situaciones así…De qué vale que la Policía Nacional y su Unidad de Investigaciones de Accidentes de Tránsito sean eficientes; de qué vale que se pase por un médico legista y por el perito en lesiones graves si los jueces terminan siendo unos inhumanos. Yo me pregunto después de ver esta realidad, ¡de qué justicia podemos hablar en nuestro país!

Ayer, una empleada discapacitada del Ministerio de Trabajo fue arrollada por una unidad de transporte público…La seguridad vial debe ser una política de Estado. En nuestro país los conductores se burlan de la Policía, que no tiene autoridad para sancionarlos de verdad. Pero no siempre son víctimas: cuando existían las fotopapeletas su preocupación principal era lucrar con ellas, hacer operativos al transporte popular. Yo sostengo que a ninguna autoridad le importan los muertos producidos por los accidentes de tránsito, estas solo reaparecen cuando las elecciones se acercan.

Ahora, ¿es solo un problema de legislación?No, también de educación. Hay que dictar Educación Vial en todos los colegios… pero hay que hacerlo bien. También hay que trabajar con las juntas vecinales. Recuerdo haber escuchado testimonios de algunas personas, quienes se quejaban de la baja calidad de la educación recibida: los cursos no deben durar un mes sino años, ser una fuente constante de información.

¿Cómo es su relación con la Municipalidad de Lima, institución que también se encarga de temas de transporte y seguridad vial?Susana Villarán no recibe a nadie, promete todo y no cumple, es la todopoderosa. En 2011 conversamos con ella, le planteamos fórmulas para solucionar muchos problemas, pero no se avanzó. Desde Aviactran planteamos la creación –inscrita incluso en Registra Públicos– de la Defensoría de Víctimas de Accidente de Tránsito, que debería tener subsedes en las municipalidades provinciales o gobiernos regionales a lo largo de todo el país. Este programa no le iba a costar ni medio a la Municipalidad, pues todos íbamos a ser voluntarios, pero después de tres meses de trabajo y 18 reuniones, la señora Villarán se desapareció. Lo curioso es que, con el mismo proyecto y casi con el mismo nombre, creó un programa similar pero con otro nombre. Se dio ínfulas e hizo pasar algo que no era suyo como propio. Además, así le dio trabajo a sus amigos, aquellos personajes de su partido que estaban sin chamba. Es una pena que algo tan valioso se use con fines políticos.

¿Cuál es la solución a nuestros problemas de tránsito y seguridad vial?El tema es muy complejo, pero hay algo esencial: 1. Educación Vial: defensa de la ciudad, sensibillización de los conductores, imprudencias de peatón y conductor, estado etílico, charlas de capacitación, etcétera. 2. Hay que construir una buena infraestructura vial al lado de una buena señalización. Así, los conductores de transporte público dejarán de ser quienes más accidentes producen. Si yo fuera el presidente de la República convocaría al presidente del Poder Judicial y al Fiscal de la Nación y les exigiría que hagan cumplir la ley, que las sanciones penales se hagan efectivas, que no haya medias tintas ni leguleyadas. La cárcel debe ser efectiva porque las reparaciones civiles nadie las paga. Yo aplicaría estas penas: si conduces ebrio, 15 días de prisión; si ocasionas muertes por exceso de velocidad o imprudencia temeraria o ebriedad, 30 años de cárcel. Hay que ser drásticos en la legislación ¡Basta de impunidad!

¿Y qué está haciendo el Gobierno Central?Hasta el momento, el Estado no hace nada, pareciera que no le interesaran los miles de muertos. Acá todos se excusan. ¿Recuerda el terrible accidente que ocurrió hace pocas semanas en el Callao, cuando a un frigorífico se le vaciaron los frenos y mató a varias personas? Bueno, nadie quería hacerse responsable de lo sucedido, todas las autoridades se lavaban las manos: la Municipalidad de LIma dijo "esa no es mi pista", igual manifestó la del Callao. De pronto, muchas de esas vías no le pertenecían a nadie.

Es decir, gracias a situaciones como esta la impunidad se hace la regla común…Exactamente. Acá no se sanciona a nadie. Nosotros planteamos que esto sea una política de Estado. Mientras las autoridades no se pongan fuertes, nosotros, las víctimas, vamos a tener que salir a las calles a protestar, pues ya estamos cansados de ver tantas muertes… y que no haya sanción. Acá todos quieren hacer trampa, empezando por las empresas de transporte y siguiendo por los seguros.

Seguros como el SOAT, ¿funcionan o deben ser reformulados?El SOAT y el Afocat se crearon única y exclusivamente para accidentes de tránsito. Ahora quieren ampliarlos para cubrir actos delincuenciales'. Yo no veo esto viable pues, si ni siquiera están cumpliendo con cubrir los gastos de los accidentes, menos podrán cumplir con nuevas obligaciones.

¿Qué hacemos con empresas como Orión?Sancionarlas e investigarlas, pues muchas veces son solo un logo.

AUTOFICHA

■ Yo aplicaría estas penas: si conduces ebrio, 15 días de prisión; si ocasionas muertes por exceso de velocidad o imprudencia temeraria o ebriedad, 30 años de cárcel. Hay que ser drásticos en la legislación.

■ Soy administrador de empresas. Tengo 52 años y dos hijos. El mayorestá por terminar Derecho. En mi lucha me acompaña toda mi familia y mis amigos. Juntos salimos a las calles.

■ En la Asociaciónde Víctimas de Accidentes de Tránsito todos somos voluntarios. En los ocho años que tenemos de fundada, hemos ayudado a 19,800 personas, siempre de forma gratuita.

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