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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Al cierre de esta nota, Lima registraba 32° C y coqueteaba con el máximo valor jamás medido este siglo en el aeropuerto de la capital (32.9° C el 1 de marzo del 2002, año de El Niño). Piura registró, también en su aeropuerto, 38.4° C el día miércoles, en lo que constituye –según mi data– el mayor registro allí observado.

Tumbes ha soportado, según la información que proporciona CORPAC, más de 300 milímetros de lluvia entre el miércoles y viernes. Más de lo que llueve en ese lugar en todo un año "normal" de lluvias.

La sierra central ha experimentado un súbito repunte de lluvias que –como en el sur– apunta a no ser constante, pero desbarató las laderas del valle del Rímac en el mismo sitio –Tambo de Viso– en que sucedió en 1998 cuando, como ahora y durante El Niño, el cerro embalsa el río y este se sube a la carretera.

Menuda tarea mantener la transitabilidad allí.

Hay impactos que no cambian Niño a Niño: las lluvias en el norte, el calor en la costa, la irregularidad de las lluvias en la sierra y los huaicos que aíslan a Lima del resto del país.

Termina febrero y aún falta marzo…