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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Se ha emitido un comunicado del Enfen que indica una alerta de El Niño Costero. Se indica en él que posiblemente se alcance la magnitud débil en la intensidad de este El Niño costero.

Pero, ¿por qué débil si el país está siendo azotado con severidad? La razón es la metodología que establecen los organismos técnicos del Estado para determinar la magnitud final de El Niño.

El Estado solo clasifica como El Niño costero al calentamiento del mar (del norte) por encima de un umbral determinado y por lo menos durante 90 días.

Esto quiere decir que si en un verano tenemos solo 30 días con lluvias destructivas asociadas al calentamiento y evaporación del agua del mar; será un El Niño costero débil si los restantes 60 días las temperaturas del mar regresan o parten de sus valores normales. Ese parece ser el caso que Enfen está observando.

En 1925, año catastrófico de lluvias en el norte y centro de la costa peruana, el mar se calentó tremendamente unas cuatro semanas en lo que hoy se conoce como El Niño del 25.

Con la metodología del Enfen es posible que se catalogue a 1925 como un evento El Niño costero débil por esa singularidad de los 90 días. Pero nos dio una paliza de la que un siglo después seguimos hablando.