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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Con un clima generalmente cálido y soleado, la costa norte del Perú, en particular Piura, vio florecer una notable agricultura de una de las más caras y apreciadas variedades de fibra de algodón: El pima peruano.

Decenas de miles de hectáreas de los valles del Chira y Piura llegaron a estar sembradas de este cultivo que hizo de la agricultura del norte un motor de desarrollo.

Como sucedió con muchos otros ejemplos, la reforma agraria que condujo el gobierno militar cortó esta historia de éxito.

Sucesivos y aislados esfuerzos, generalmente asistencialistas, por parte del Estado peruano no pudieron contener la disminución del área sembrada de algodón pima ni tampoco disminuir la degradación genética de las semillas requeridas para mantenerlo.

En el Perú, el algodón es hoy –para muchos agricultores– un cultivo de escasa rentabilidad y que necesita ser subsidiado por el Estado, muchas veces bajo presión o coacción social.

Algunos ejemplos de siembra de algodón con semillas susceptibles de contener trazas de transgénicos han permitido obtener rendimientos superiores a 130 y en algunos casos 150 quintales en el clima costero peruano.

Los candidatos parecen no estar dispuestos a salirse de la moratoria transgénica absoluta. Deberían mirar el tema más por el lado técnico y económico que por el político.