notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

El proceso de disipación de El Niño es, como su proceso formativo, de lenta evolución.

Frente a la costa peruana se ha formado en los últimos meses una extensión de aguas cálidas particularmente grande. Esas aguas calientes han contagiado su calor al aire y la costa ha producido uno de los veranos más intensos que se recuerde.

En Lima, los números revelan que, desde que hay datos, solo 1983 y 1998 han superado, por poco, al 2016.

Llegamos a abril tras 91 días que han sido increíblemente cálidos.

En un año normal, la noche más cálida del año suele darse el 7 de febrero con 21,2ºC. Y 88 de los 91 días entre enero y marzo pasaron esa cifra lo que hizo muy difícil el sueño a los limeños.

En un año normal, la tarde más cálida suele darse el 26 de febrero con 27.6 °C y 79 de los 91 días entre enero y marzo pasaron esa cifra.Es más, entramos a abril con mínimas encima de 21.2 °C y máximas encima de 27.6 °C.

No solo en Lima sucede esto. Toda la costa norte y central está padeciendo los efectos cálidos de El Niño. Súmese a ello el impacto del año seco que también trajo El Niño en la sierra. Año seco es falta de lluvias. Falta de lluvias es falta de nubes. Falta de nubes es alta radiación. Abril será verano aún.