A puerta cerrada
A puerta cerrada

Fuerza Popular cumplió 10 años que fueron celebrados a puerta cerrada, sobre todo, la del Penal Anexo de Mujeres de Chorrillos, donde su lideresa Keiko Fujimori Higuchi viene cumpliendo sus 15 meses de prisión preventiva. Inspirado en el discurso del gobierno fujimorista de la década de los noventa, FP llegó a ser el partido político más grande del país y estuvo a muy poco de acceder al poder durante los dos últimos comicios presidenciales, pero su incapacidad de asimilar la derrota de 2016 terminó conduciéndolo a una política parlamentaria obstruccionista, con nulo respeto por la democracia y la gobernabilidad.

En el camino se cruzaron un sinfín de denuncias e investigaciones policiales y judiciales contra allegados o miembros de la cúpula partidaria, algunas de ellas con cárcel incluida, y hasta un enfrentamiento familiar de imprevisibles consecuencias.

A través de las redes sociales, desde la prisión, la hija del dictador Alberto Fujimori saludó la fecha con un mensaje a su militancia, reconociendo, una vez más, que “hemos tenido aciertos y también errores en este camino”, sin que, como en otras oportunidades, ese vago reconocimiento de “errores” implique propósito de enmienda alguno.

Alguna vez ella misma dijo: “El pueblo ha elegido a FP para ser oposición en el Congreso” como una suerte de orgullosa proclama proveniente de su lideresa. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que más bien se trató de una declaración de guerra que desembocó en la derrota electoral de los recientes comicios parlamentarios.

Mostrando que la ruptura de los bandos de los herederos fujimoristas es irreversible, Kenji Fujimori, por su lado, declaró recientemente: “No me siento representado en lo absoluto por FP. Lo que han hecho es destruir la gobernabilidad y la economía del país”. A lo que el “nuevo” rostro del fujimorismo en el nuevo Congreso, Martha Chávez, replicó ayer que “cuando no hay nada positivo que decir, mejor calla la boca”. Nunca se le había oído a la congresista decir públicamente algo tan duro contra uno de los emblemas del fujimorismo.

El aniversario de Fuerza Popular llega, pues, en circunstancias políticas y penales que dejan muy poco que celebrar en la hueste naranja, hoy mismo nada popular y más agria que nunca.