"No confiamos en el Poder Judicial", aseguró Martín Vizcarra. Foto: Difusión)
"No confiamos en el Poder Judicial", aseguró Martín Vizcarra. Foto: Difusión)

El 9 de agosto, el presidente Vizcarra caminó desde Palacio de Gobierno hasta el Congreso para hacer entrega de las propuestas de reforma constitucional a Daniel Salaverry. Sin embargo, ha pasado más de un mes y parece que las reformas de Vizcarra yacen en algún frigobar del recinto comprado por Galarreta.

El 28 de julio, cuando el presidente anunció las reformas del sistema de justicia y del Poder Legislativo, varios peruanos sentimos gran preocupación de que aquellas propuestas no estén planteadas de manera adecuada. Por ejemplo, restablecer la bicameralidad manteniendo el número actual de parlamentarios. Si bien la bicameralidad es muy necesaria, no puede ser restaurada con las mismas deficiencias que tenía hace veintiséis años. Sin embargo, las propuestas ya están en el Congreso y lejos de ser debatidas, no han sido ni revisadas. Aun cuando, por primera vez desde que se implementó el unicameralismo, el 55% de peruanos, según Ipsos, está a favor de contar con dos cámaras. Aquel dato es muy alentador, pero lamentablemente no servirá de nada si no se plantea de manera adecuada. Y, lamentablemente, las consecuencias se podrán observar en diez años, cuando los que ahora apoyan la reforma, sean los que exijan retornar al modelo actual.

El Congreso tiene una labor muy importante, porque hay un pueblo que exige reformas inmediatas y las propuestas del Ejecutivo están en sus archivos. Sin embargo, parece que el Legislativo no entiende el carácter de urgencia de las reformas. Y pudiendo ser ellos los que mejoren las propuestas de Vizcarra y aprueben la reforma más importante de las últimas décadas, se limitan a prolongar el debate creyendo que los ciudadanos se dormirán en sus laureles. Pero cuando menos lo esperen, en cada esquina habrá planillones repletos de firmas.

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