21 muertos y ningún responsable
21 muertos y ningún responsable

El amargo eco de la tragedia de la semana pasada en Villa El Salvador continúa retumbando no solo a través del número de víctimas fatales que aumenta día a día, sino, además, con la cadena de negligencias que la precedieron, que se hace cada vez más patente conforme avanzan las denuncias e investigaciones periodísticas.

Una de ellas es, en efecto, la facilidad con que el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) otorga los permisos para transportar gas licuado de petróleo, trámite para el que basta presentar una declaración jurada y una foto del vehículo. Permisos prácticamente automáticos que se extienden sin siquiera revisar las condiciones de seguridad con que se realizará el transporte. No es de extrañar entonces que el vehículo siniestrado durante la deflagración del pasado 23 de enero no tuviera, por ejemplo, una barrera para proteger las válvulas y ductos para el trasiego del GLP, ni tampoco un sistema de obturadores y compartimentos estancos que cortaran la salida del gas en caso de que se detectara una fuga, por leve que fuese. De ahí también que se esté implicando a Osinergmin como uno de los responsables de lo ocurrido.

Pero lo más grave es que se ha establecido que un factor determinante en el accidente fue el tremendo y peligrosísimo desnivel de la pista en el cruce de las avenidas Edilberto Ramos (Mariano Pastor Sevilla) y Villa del Mar, cuya profundidad ocasionó que la unidad de la empresa Transgas sufriera la rotura de una de sus válvulas y con ello se desencadenara la deflagración que segó la vida, hasta ahora, de 21 personas, y dejara decenas de heridos que hasta el momento han quedado en 24. Además de afectar severamente una veintena de viviendas y a las familias que allí moraban, que, al día de hoy, están prácticamente en la calle. ¿Alguien dijo alcaldes y funcionarios municipales?

La zona de la deflagración ha sido declarada en emergencia y se está buscando reubicar a los damnificados, pero eso sigue siendo un parche que no compensa la gravísima sucesión de eventos y negligencias que permitieron el desastre. Al final de todo esto, quiénes asumirán la responsabilidad de esta tragedia. Desde la empresa Transgas hasta diversas autoridades, todo indica que así como el de víctimas, el conteo de los posibles responsables dista de haber terminado.

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