Al menos 52 personas murieron y 162 resultaron heridas hoy en Saná (Yemen) en el atentado y ataque contra la sede del Ministerio de Defensa, informó el Comité Supremo de Seguridad yemení.
Según una declaración transmitida por la agencia estatal de noticias Saba, entre los 162 heridos, hay nueve de gravedad.
El comité yemení de seguridad anunció que entre los muertos figuran dos médicos de nacionalidad alemana y dos vietnamitas, así como una enfermera filipina y una india.
Previamente se había informado de la muerte de seis médicos, uno venezolano, dos filipinos y tres yemeníes.
El ataque, llevado a cabo por un suicida en un coche bomba y hombres armados vestidos con uniformes del Ejército, generó la condena del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La seguridad en Yemen es una preocupación internacional. El aliado de Estados Unidos comparte una larga frontera con Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de petróleo, y es hogar de una de las ramas más activas de Al Qaeda que ha planificado ataques contra objetivos occidentales.
Las autoridades todavía no han acusado a ningún grupo de lo sucedido en el complejo, pero la dimensión y complejidad del ataque parecen apuntar a Al Qaeda en la Península Arábiga, que tiene su base en Yemen.