Este domingo, la Asamblea Nacional Popular (ANP) de China aprobó por inmensa mayoría las reformas constitucionales que permiten al presidente Xi Jinping perpetuarse en el poder.
Los votos de la ANP se dividieron en 2,958 a favor, dos en contra y tres abstenciones. De esta manera, se abolió la otrora norma que estipulaba que un presidente solo podía gobernar hasta dos mandatos consecutivos.
Xi Jinping, de 64 años, iba a dejar el poder en el año 2023. Sin embargo, ahora podrá imponer a largo plazo 'el Pensamiento Xi Jinping' y 'el rol dirigente' que el Partido Comunista Chino (PCC) proponía desde que llegó al poder.
Estas ideologías propias de Xi Jinping plantean adoptar los ideales comunistas a la constitución china por medio de una "reforma completa y profunda". Además, se busca una mayor preocupación por el cuidado del medio ambiente.
Sin embargo, "esta disposición puede dejar entrever un recrudecimiento de la represión contra los opositores al régimen, que podrían ser acusados de ataque a la Constitución simplemente por criticar el control del PCC", advierte la agencia AFP.
Por ejemplo, Liu Xiaobo —Nobel de la Paz 2010 y militante prodemocracia— murió en la cárcel en julio de 2017 a pesar que varios países pidieron a Xi Jinping que lo libere. Este activista fue arrestado por generar una revuelta en una universidad, en la cual se rebeló contra el gobierno comunista.
En la reyerta, murieron varios manifestantes y, de acuerdo con El País, "China nunca ha dejado conocer el número de víctimas". Liu fue condenado a dos años de prisión por “incitación y propósitos contrarrevolucionarios”, cita el diario español.