Un trágico momento vivieron los pobladores colombianos cuando se produjo una explosión de un carro bomba cerca de las instalaciones de la Escuela de Policía en Bogotá.
Una camioneta Nissan Patrol modelo 1993 cargada con 80 kilos de pentolita explotó esta mañana en la entrada del centro formativo, según la fiscalía.
La angustia se apoderó de los ciudadanos que se encontraban en ese lugar. Una comerciante de 62 años narró lo que le tocó vivir. "Cuando volteamos a mirar a la escuela estaba el cielo gris de humo. La gente corría, las sirenas… horrible, horrible… parecía el fin del mundo", dijo Rosalba Jiménez a la agencia AFP.
En su local de confecciones, donde los estudiantes a policía compran su ropa, no quedó un vidrio sin quebrar. Pero tuvo suerte: ningún allegado resultó afectado por este atentado que deja hasta el momento nueve fallecidos, entre ellos una agente ecuatoriana, y 54 lesionados.
Esta explosión hizo acordar a los colombianos cuando estaban en las épocas del narcoterrorismo de Pablo Escobar o cuando la disuelta guerrilla FARC seguía en su alzamiento armado.
"Yo veía que todos los cadetes corrían (…) hacía la escuela. Era un caos completo", afirmó Berta Tucen, de 62 años, a quien la explosión le rompió las ventanas y le levantó las tejas de su almacén.
Aunque aún no hay información policial oficial, la agencia AFP indicó que los agentes mencionaron que un perro antiexplosivo detectó la carga. Al verse descubierto, el conductor aceleró y atropelló a un policía. Tres uniformados siguieron detrás del vehículo, que a los segundos explotó y habría acabado con la vida de José Aldemar Rojas Rodríguez, identificado por la fiscalía como autor material, y de los perseguidores.
En tanto, el presidente de Colombia, Iván Duque, rechazó el terrorismo en su país y lamentó la muerte de las personas por la explosión de un carro bomba.
TE PUEDE INTERESAR: