Redacción PERÚ21

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enfrenta un promedio de 19 protestas al día en medio de un clima de conflictividad en ascenso por la y la demanda de servicios básicos.

Así lo reveló este jueves el coordinador general del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), Marco Antonio Ponce, que contabiliza 2,779 manifestaciones registradas en el país en los primeros cinco meses de 2015.

"Estamos observando con mucha preocupación cómo las protestas vienen incrementándose de manera acelerada" en el país, declaró Ponce a la agencia Efe.

Según las estadísticas del OVCS, en enero hubo unas 491 manifestaciones en Venezuela, 523 en febrero, 538 en marzo, 586 en abril y 641 en mayo pasado.

En mayo, donde la media de protestas llegó a 21 diarias, 172 de las manifestaciones se debían al reclamo de alimentos, 144 a servicios básicos, 112 por derechos laborales, 86 por seguridad ciudadana, 71 por razones políticas y 56 por educación, entre otras.

Ponce detalló que las protestas por alimentación "pasaron al primer lugar" de las causas de movilizaciones en las calles, tradicionalmente escenario del malestar popular por deficiencias en los servicios públicos.

Decenas de personas bloquearon este miércoles una concurrida avenida del este de Caracas por la escasez de alimentos. A 5 kilómetros de ahí, los autobuseros hicieron lo mismo por falta de repuestos. Las protestas se vuelven cotidianas con el agravamiento de la crisis en Venezuela.

"¿Qué hago con el dinero?"

Con billetes en mano José Salazar afirmó a la agencia AFP: "¿qué hago con el dinero?", mientras explicaba que pese a estar jubilado sale los miércoles a buscar comida para él, sus nietos e hijos a los supermercados. Pero "no hay", lamentó.

José y otros manifestantes cortaron una avenida principal en el sector La California, muy cerca del populoso Petare, quejándose contra el gobierno de Nicolás Maduro porque no había alimentos básicos para comprar en los supermercados de la zona.

Entre consignas de "fuera Nicolás Maduro" y "revocatorio ya", hombres y mujeres de varias edades lamentaron no tener alimentos en sus casas, antes de ser dispersados por la militarizada Guardia Nacional y la Policía Nacional, con gases lacrimógenos y balas de goma.