Marco Guillén es un venezolano que quedó cuadripléjico hace 12 años. Ahora con la crisis de alimentos que vive su país, le pide al presidente Nicolás Maduro que lo deje morir dignamente.
Marco, quien luego del accidente que lo dejó postrado a una cama, logró sobreponerse, contrajo matrimonio y adoptó a una niña. Hoy está desesperado, ya que no cuenta con antibióticos, sondas y comida, informa AFP.
Desde su pequeño cuarto, en el que solo caben una cama y un refrigerador, Marco ha grabado una serie de videos desde julio del 2016, en los que le pide a Nicolás Maduro por una ley que le permita la eutanasia.
"Recién tuve el accidente (automovilístico) le pedía a todo mundo que me matara, después acepté lo ocurrido. No quiero la muerte, me encantaría vivir aunque en mejores condiciones, pero de no ser posible prefiero la eutanasia", comenta Guillén en una entrevista.
Marco recibe una pensión y un subsidio mensual que suman 186 mil bolívares, equivalente a 4.3 dólares, pero solo los gastos de su cuidado sobrepasan ese monto. "Eso no alcanza para nada. Todo está extremadamente caro", comenta el hombre, quien necesita pañales, guantes de látex, una sonda urinaria, alcohol, entre otras cosas.
Hasta el momento solo se ha mantenido vivo gracias a los cuidados de Ana Barrios, una mujer de 30 años con la que se caso hace cinco, y con la que adoptó a su hija Daikellys. Y a las donaciones que viene recibiendo de vecinos que se han conmovido por su caso.