El documento no da detalles sobre la identidad de los presuntos conspiradores. (Reuters)
El documento no da detalles sobre la identidad de los presuntos conspiradores. (Reuters)

Redacción PERÚ21

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La administración del vive las últimas semanas en un clima de tensión con intrigas de fondo y presuntas luchas palaciegas, que incluyen rumores, fugas y desmentidos sobre mala gestión, o "primicias" sobre un seudo complot para asesinar a .

La última reacción en fecha se produjo este mismo viernes cuando el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, calificó de "delirante" un documento secreto en alemán según el cual el papa Benedicto XVI podría ser asesinado en los próximos meses, escrito revelado por el periódico Il Fatto Quotidiano.

Este documento, que retoma una declaración alarmante que habría hecho el arzobispo de Palermo, Paolo Romeo, en ocasión de un viaje a China en noviembre, existe. Pero no da absolutamente ninguna precisión sobre la naturaleza de los peligros y la identidad de los supuestos conspiradores.

El cardenal Romeo desmintió luego personalmente las afirmaciones que le atribuye el texto, declarándolo "carente de fundamento". El documento agrega un elemento perturbador, luego de evocar el complot de forma totalmente vaga, el despacho ultrasecreto se detiene en las luchas de poder en el Vaticano.

Siempre según este texto anónimo, Benedicto XVI tendría una relación "muy conflictiva" con el cardenal secretario de Estado (número dos) , quien buscaría reemplazarlo.

Sin embargo, según numerosos testimonios, el Papa tiene una fuerte relación de confianza con él. Pero la gestión de los asuntos vaticanos por éste último es a menudo criticada por la Curia romana. La honestidad de Monseñor Bertone no es puesta en duda sino más bien su forma de dirigir.

Hace 15 días las cartas fechadas en 2011 del ex secretario general del Governatorato del Vaticano, Monseñor Carlo Maria Vigano, dirigidas al cardenal Bertone y al Papa, fueron reveladas en un programa del canal privado La Sette.

Monseñor Vigano, que actualmente es nuncio en Washington, criticaba en ellas la y estimaba que algunos dirigentes "privilegian sus intereses" en detrimento de los de la Iglesia.

El Vaticano reconoció la autenticidad de estas cartas pero criticó una difamación y una "desinformación" de la prensa que deja creer que la administración vaticana estaría profundamente corrompida y dividida.

Estas misivas confidenciales que contenían severas críticas de Monseñor Vigano a la gestión de los subordinados del cardenal Bertone fueron entregadas aparentemente a la prensa por miembros de la Secretaría de Estado.