La Universidad de Nueva York despidió a su profesor especializado en química, Maitland Jones Jr., porque su curso era demasiado difícil. El hombre hizo todo lo posible para grabar sus clases para mitigar algunos de los problemas de asistencia atribuidos a la pandemia. Sin embargo, algunos de sus estudiantes firmaron una petición en su contra sugiriendo que su método de enseñanza eran razones de sus bajas calificaciones.
Maitland Jones Jr., de 84 años, fue notificado de su despido tras conocer que 82 de 350 estudiantes firmaran una petición después de recibir sus bajas notas. Al respecto, sus colegas consideran que se crea así un precedente peligroso.
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La decisión del centro de estudios fue poner fin al contrato del profesor pese a la opinión contraria de sus colegas, que consideran que se crea así un precedente peligroso. “Esta decisión apunta a una bajada de los estándares de educación”, comentaba uno de los profesores firmantes en una misiva de protesta que se ha enviado a la universidad.
“Estamos muy preocupados por nuestros puntajes y descubrimos que no son un reflejo exacto del tiempo y el esfuerzo invertidos en esta clase”, decía la petición, según un informe del New York Times.
“Lo instamos a que se dé cuenta de que una clase con un porcentaje tan alto de retiros y calificaciones bajas no ha logrado que el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes sean una prioridad y se refleja negativamente en el departamento de química y en la institución en general”, agregan.
Las acusaciones formuladas contra Jones incluyen: reducir el número de exámenes parciales de tres a dos; sin oferta de crédito extra; sin acceso Zoom a conferencias para personas con COVID-19; y Jones enseñaba con un tono “condescendiente y exigente”.
Jones defendió las acusaciones hechas a través de la petición y agregó que redujo la cantidad de exámenes porque la universidad programó su primera prueba después de seis clases. El profesor, por su parte, vio un problema diferente: “No venían a clase. … No estaban viendo los videos y no pudieron responder las preguntas”.
En un esfuerzo por ayudar a sus estudiantes, Jones y otros dos profesores grabaron 52 conferencias, que dice que pagó $ 5,000 de su propio dinero para publicar. “Estaban realmente luchando”, dijo Jones. “No tenían buena cobertura de internet en casa. Todo tipo de cosas”, agregó.
Zacharia Benslimane, estudiante de doctorado en Harvard y ex asistente de enseñanza de Jones, envió un correo electrónico a NYU en su defensa: “Creo que esta petición se escribió más por la insatisfacción con los puntajes de los exámenes que por un sentimiento real de ser tratado injustamente. He notado que muchos de los estudiantes que constantemente se quejaban de la clase no usaban los recursos que les proporcionamos”, escribió.
El docente dijo que teme por otros profesores de la universidad que puedan enfrentar la misma respuesta de la facultad. “No quiero que me devuelvan mi trabajo. Solo quiero asegurarme de que esto no le pase a nadie más”, finalizó.