Las relaciones entre algunos países miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estaba atravesando una situación bastante tensa en el último tiempo. Pero este jueves 12 se tornó insostenible y estalló: Estados Unidos e Israel anunciaron que dejarán la organización internacional.
¿Pero qué fue lo que provocó que dos países aliados abandonaran al mismo tiempo una organización que desde 1945 trabaja, según indica en su propia página web, "para crear condiciones propicias para un diálogo entre las civilizaciones, las culturas y los pueblos, fundado en el respeto de los valores comunes?": la respuesta es Palestina.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, sostuvo que el organismo presenta "un sesgo contra Israel", mientras que Israel, mediante su primer ministro, Benjamin Netanyahu, declaró que la Unesco "se ha convertido en el teatro del absurdo" y que "en lugar de preservar la historia, la distorsiona".
Siendo así, la salida de ambos países se concretará a partir del 31 de diciembre de 2018, según la vocera del Departamento de Estado en Washington , Heather Nauert.
El organismo internacional con sede en París (Francia) actualmente se encuentra en pleno proceso de elección de un nuevo director general.
Debemos remontarnos al 2012, año en que la Unesco aprobó la adhesión de Palestina como miembro de pleno derecho con los votos en contra, entre otros, de Israel y Estados Unidos, además de Canadá y Alemania. Entonces comenzaron los problemas.
Pero la situación se tornó más delicada aún cuando en julio de este año, el organismo internacional declaró el casco antiguo de Hebrón, en Cisjordania, zona ocupada por palestinos como "zona protegida" del patrimonio mundial.
La administración de Donald Trump optó por un camino que, según analistas internacionales, va en la misma dirección marcada tras el abandono del pacto del cambio climático en París y la amenaza de apartarse del acuerdo nuclear con Irán.
Cabe señalar que no es primera vez que Estados Unidos deja la Unesco. Lo hizo también en el año 1984, bajo la presidencia de Ronald Reagan, por disconformidad con su "politización" -en el contexto de la Guerra Fría- y su presunta mala gestión.
En octubre de 2003, Estados Unidos, bajo el gobierno de George W. Bush como presidente, regresó al seno de la Unesco, donde pasó a financiar el 22% del presupuesto.
Ocho años después, como consecuencia de la entrada de Palestina como Estado en la organización, —cuando aún no era un Estado reconocido por la comunidad internacional— Washington congeló su contribución económica, lo que puso en aprietos financieros a la organización que ahora abandona.
Por su parte, el líder de la ONU, Ban Ki-moon, había pedido una acción concertada para preservar la financiación de la Unesco. "Vamos a trabajar en soluciones prácticas para preservar los recursos financieros de la Unesco", dijo Ban Ki-moon, sin pronunciarse sobre la votación que permitió la entrada de Palestina en el organismo de la ONU.