Una mujer coloca flores junto a las imágenes de las víctimas antes del inicio de un servicio conmemorativo para el vuelo PS752 de Ukrainian Airlines que se estrelló en Irán. (Foto: AFP)
Una mujer coloca flores junto a las imágenes de las víctimas antes del inicio de un servicio conmemorativo para el vuelo PS752 de Ukrainian Airlines que se estrelló en Irán. (Foto: AFP)

Montreal [AFP]. se comprometió el miércoles en una reunión de la agencia de aviación civil de la ONU a entregar a Ucrania o Francia para su análisis las cajas negras del vuelo 752, derribado a principios de año en Teherán, una medida celebrada por Canadá y el gobierno ucraniano.

El representante de Irán en la Organización de Aviación Civil Internacional en Montreal, Farhad Parvaresh, aseguró que los dispositivos serán enviados a Kiev, confirmaron fuentes a la AFP.

Esos dispositivos deben contener información sobre los últimos momentos antes de que el avión de Ukraine International Airlines fuera alcanzado por un misil militar y se estrellara poco después de despegar del aeropuerto de Teherán, el 8 de enero. Las 176 personas que iban a bordo murieron.

Irán admitió que las dos cajas negras estaban dañadas y que carecía de la capacidad técnica para extraer datos de ellas, pero durante dos meses se ha preguntado qué hacer con ellas.

En Ottawa, el canciller canadiense, Francois-Philippe Champagne, acogió “con satisfacción” el compromiso de Irán de compartir finalmente las cajas negras, diciendo que este era “un paso en la dirección correcta de Irán”.

“Tomo a Irán su palabra, pero preferiría juzgar sus acciones una vez que las cajas negras estén en Europa y tengamos nuestros propios expertos que hayan podido analizarlas”, declaró.

El embajador de Ucrania en Canadá, Andrei Schevchenko, dijo en un mensaje en su cuenta de Twitter que su país también “acoge con beneplácito la decisión de Irán de entregarlas, y agregó que “si se necesita experiencia adicional” esos aparatos de registro de datos de vuelo se enviarán a Francia para su análisis.

Los países cuyos ciudadanos murieron en el desastre, que incluía principalmente iraníes, pero también afganos, británicos, canadienses, suecos y ucranianos, criticaron la negativa de Irán a entregar las cajas a Ucrania o uno de los pocos países capaces de recuperar los datos.

El desastre ocurrió cuando las defensas de Irán estaban en alerta máxima en caso de que Estados Unidos respondiera a los ataques iraníes que horas antes lanzaron con misiles contra tropas estadounidenses estacionadas en Irak, como respuesta al asesinato de un alto comandante iraní en un ataque con drones ordenado por Donald Trump.

Tras la tragedia, Irán aseguró que el siniestro se produjo por un fallo técnico.