La situación bélica en Ucrania y Gaza nos trae, por lo menos ahora, un desesperanzador 2024. Tanto los frentes militares rusos como israelíes coinciden en su misión clara de predominancia geopolítica en territorio rival. Sin embargo, ha quedado claro que no es posible hacer ello sin consecuencias colaterales, como una polarización que nos recuerda los años más crudos del siglo pasado. De un lado, un frente comandado por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, que han extendido su ayuda claramente a Kiev y Jerusalén. Al frente, una línea liderada por Corea del Norte y China.
El escenario en territorio ucraniano sigue poniendo en peligro la estabilidad económica y militar en todo el continente europeo. No parece tener fin. El mandatario ruso Vladimir Putin ha prometido reforzar su ofensiva, en medio de su primer discurso como candidato a la reelección para los comicios presidenciales de marzo de 2024.
Sin embargo, en junio, el mando de Putin sufrió un duro golpe con la rebelión del Grupo Wagner. A pesar de la tenacidad de los mercenarios (que prometieron derrocar la cúpula del Ejército ruso), Moscú logró contener su ofensiva. Dos meses después, el líder, Yevgueni Prigozhin, moriría en un “accidente”.
En paralelo, el avance militar ordenado por Putin ha causado una brutal masacre en tierras ucranianas este año. De acuerdo al último reporte del Estado Mayor de Kiev, el número de soldados rusos fallecidos alcanzó los 300,000 desde el inicio del conflicto en febrero de 2022. Asimismo, las Naciones Unidas confirmaron el pasado mes de junio que la guerra ha cobrado la vida de 9,177 civiles en Ucrania y al menos 30 mil soldados.
La huida de la población ucraniana de su patria también ha sido un índice al alza en el último año, debido al registro de más de 7.2 millones de personas procedentes de Ucrania que se han refugiado por toda Europa, según ACNUR.
Las alarmas de guerra volvieron a encenderse el 7 de octubre tras el bombardeo masivo de la agrupación islamista palestina Hamás contra Israel. Desde la Franja de Gaza se gestó una ofensiva terrorista de misiles, camiones y motocicletas, lo que significó el resurgimiento de la guerra en el enclave. Lo simbólico: la poderosa Israel sufría un golpe que nunca imaginó.
Las fuerzas militares de Israel y Hamás concentraron su batalla en la Franja de Gaza, donde se han registrado más de 20 mil víctimas mortales, 53 mil heridos y cerca de 7 mil desaparecidos, según reportes oficiales del Ministerio de Sanidad gazatí. Las arremetidas terrestres y aéreas de Jerusalén en la región siguen imponiendo un bloqueo total contra Hamás, que se ha visto afectada por los frentes norte y sur de la Franja. Los civiles son los que más sufren.
Las autoridades locales reportaron que 1.9 millones de personas escaparon de la presente crisis humanitaria en el enclave, donde se vive escasez de agua, alimentos y medicinas.
FRANCISCO BELAUNDE MATOSSIAN: “Ucrania depende de ayuda occidental, que ahora tambalea”
En Ucrania, la guerra se ha estancado en todos los frentes. Hay enfrentamientos en los que los dos contendientes, Kiev y Moscú, hacen pequeños avances, pero nada decisivo. Hay una cantidad enorme de fallecidos, bajas y pérdida de material bélico. El que está un poco en posición de ventaja es Rusia, porque tiene muchas más posibilidades de reclutamiento, con una población mayor y también mayores municiones. Tiene una mayor disponibilidad de material bélico para continuar los combates.
Y Ucrania depende mucho de la ayuda occidental, que en estos momentos está un poco tambaleante. En el caso de Estados Unidos, por la oposición de los republicanos partidarios de Donald Trump, que pueden bloquear eso en la Cámara de Representantes, y, por el lado de la Unión Europea, por la oposición de Hungría. Orbán, el primer ministro, que es prorruso, se niega a aprobar el financiamiento de la Unión Europea para Ucrania. Rusia no ha logrado esos objetivos. Su objetivo era ocupar toda Ucrania y, sobre todo, derrocar al régimen de Zelenski.
Por otro lado, tenemos la guerra en Gaza. Lo que vaya a ocurrir depende en parte de la capacidad de presión que tenga EE.UU. sobre Israel. El gobierno de Netanyahu quisiera continuar con su ofensiva de manera intensa durante varios meses, pero EE.UU., al mismo tiempo, está muy preocupado por los efectos diplomáticos que tiene el hecho de apoyar a Israel y por el hecho de que hayan muerto y sigan muriendo tantos civiles, en particular niños.
Ahora, EE.UU. está presionando para que, a principios de enero, Israel detenga su ofensiva y se limite en adelante a operaciones puntuales, que sean mucho menos costosas en términos humanos para la población de Gaza, como, por ejemplo, operaciones de fuerzas de élite. Después viene la pregunta de qué sucederá con Gaza tras esos enfrentamientos. ¿Quién se encargará de la reconstrucción de Gaza? También hay discrepancias entre el gobierno de Netanyahu, que desea ocupar Gaza durante un tiempo, y Estados Unidos, que preferiría que la Autoridad Nacional Palestina se encargara.
ARIEL SEGAL: “La pregunta es si acabar con Hamás es realista y en qué porcentaje”
Desde el punto de vista militar, la situación está estancada en ambos lados, tanto en Rusia como en Ucrania. Quizás en las últimas semanas ha habido un poco más de avances por parte de Moscú. Desde el punto de vista político, la impresión es que Kiev está perdiendo apoyos, porque, mientras más dura la guerra, hay varios países que se ven afectados por temas geopolíticos, energéticos, económicos, a los que no les conviene que el conflicto se alargue. Ante ciertos cambios de gobierno, cansancio y el deseo de cambiar prioridades para mejorar las condiciones económicas en sus países, reducir precios de productos energéticos, gasolina, electricidad, gas, etcétera, ya están empezando a mostrar, digamos, un resquicio de desapego en la unidad, sobre todo en la Unión Europea. Ya había gobiernos que desde el comienzo se habían unido a favor de Ucrania, pero con ciertas dudas, como el de Hungría, de Víktor Orbán, que siempre ha mantenido una posición europea, pero a la vez algo prorrusa. Por ejemplo, en Eslovaquia hubo elecciones y ganó un partido más de derecha que durante la campaña prometió también que iban a tratar de negociar un poco más con Rusia para mejorar sus condiciones y ya están en el poder. En fin, ya hay una especie de cansancio.
Por su parte, la guerra en Gaza es mucho más complicada de ver los diferentes escenarios. Aquí entra en juego un objetivo que tiene Israel como país: el establishment en defensa, inteligencia y político. Lo ideal sería acabar con Hamás, una organización terrorista militar que tiene el poder de hacerles daño. Pero, en la práctica, la pregunta es si ese objetivo es realista y en qué porcentaje. Lo que puedes hacer es reducirlos a una cierta mínima expresión, que ya no tengan la capacidad de hacer las cosas que hemos visto este año (atacar por meses con misiles y hacer atentados de la dimensión y de la crueldad de las cuales fuimos testigos en octubre). Pero entran muchos otros temas en consideración que hacen muy difícil predecir escenarios.