El ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, ha anunciado este jueves que mandará mil agentes de unidades especiales de la policía a la frontera con Grecia para evitar las devoluciones de los migrantes que intenten cruzar.

Grecia ha intentado devolver a Turquía a 4.900 personas. Hemos hablado con el Ejército y enviaremos a mil policías de las fuerzas especiales al sistema fronterizo, completamente equipados, para impedir estas devoluciones”, dijo Soylu.

“Lo repito: A partir de mañana trasladaremos a mil policías de las fuerzas especiales, completamente equipados para impedir las devoluciones; irán con lanchas zodiac y no darán oportunidad a quienes traten mal a las personas”, insistió el ministro.

“Hemos tomado las medidas necesarias para salvar nuestras fronteras de los intentos de devolución en caliente, que se realizan en violación de la legalidad internacional”, agregó.

Varios refugiados, cuyos testimonios ha recogido Efe en los últimos días en la frontera, han relatado que la policía turca no solo los ha animado a cruzar la frontera hacia Grecia sino que en algunos casos incluso les ha impedido retroceder al verse recibidos con gas lacrimógeno desde el lado griego.

Soylu visitó la ciudad fronteriza turca de Edirne y sobrevoló en helicóptero la región, donde desde el viernes pasado se hallan muchos miles de refugiados intentando pasar a Grecia, atraídos por el bulo de que la Unión Europea había abierto sus fronteras.

Las propias autoridades turcas han fomentado este movimiento migratorio al dar todos los días cifras de decenas de miles de personas que supuestamente habrían conseguido pasar a Grecia.

Durante una rueda de prensa celebrada en Edirne y transmitida en directo por la cadena NTV, el ministro insistió en que, desde el 28 de febrero pasado hasta hoy, un total de 139.070 refugiados residentes en Turquía han abandonado el país cruzando la frontera terrestre hacia Grecia.

Grecia, por su parte, ha negado que hubiera una entrada masiva de migrantes y asegura que ha evitado los intentos de cruzar de más de 24.000 personas, además de detener a dos centenares de personas que llegaron a territorio griego.

Son numerosos los testimonios de migrantes que tras llegar a territorio griego cruzando el río Evros han sido detenidos por la policía griega, despojados de sus pertenencias y a menudo incluso los zapatos para ser devueltos finalmente a territorio turco.

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