La repentina aparición de un lago en medio del desierto de Túnez, en la zona de Gafsa, es considerada como un milagro por los moradores, pero algunos geólogos alertaron que el agua puede ser radiactiva.
Los habitantes del lugar, donde se registran temperaturas que sobrepasan los 40 grados, se zambullen sin importarles la posible contaminación del agua con elementos radiactivos procedentes de la minería local, informó el diario británico The Guardian.
La localidad se convirtió en el centro de la industria minera del país tras la aparición de fosfato en 1886, lo que convirtió a Túnez en el quinto mayor exportador de dicha sustancia del mundo.
El lago fue descubierto por unos pastores hace tres semanas y se calcula que el volumen total de agua es de un millón de metros cúbicos, en una superficie de casi una hectárea.
En un inicio sus aguas eran turquesas, pero ahora lucen un verde turbio. No obstante, la comunidad está tan emocionada con el lago que incluso crearon una comunidad en Facebook para promocionarlo.