Ariana Parada, la mujer cuyo hijo perdió la visión tras recibir perdigones de goma de parte de la Policía de Venezuela —en una protesta a la que acudió con el menor para exigir gas al presidente Nicolás Maduro— exigió justicia para su vástago en un caso que ha sido condenado por la oposición y viene siendo investigado por la justicia.
"Quiero justicia, justicia, justicia", indicó la mujer, a quien los médicos comunicaron que su hijo definitivamente no volverá a ver tras recibir alrededor de 52 perdigones en una manifestación en la localidad de Táchira.
La mujer de 36 años manifestó entre sollozos que "mi hijo perdió los ojos solo por ayudarme a pedir el gas que necesitamos".
Los efectivos policiales dispararon "a quemarropa a menos de un metro de los manifestantes", expresó el diputado del consejo legislativo regional, Juan Carlos Palencia.
"No nos acostumbraremos, no dejaremos de llamarlos asesinos", comentó el presidente interino Juan Guaidó y tildó que el hecho representa un acto sádico.
Entre tanto, dos policías de Táchira fueron capturado y serán "sancionados ante esta violación de derechos humanos", expresó el fiscal general, Tarek William Saab.
"Le arruinaron la vida, mi hijo se quiere morir", declaró Parada a los periodistas en torno al menor, quien era estudiante y reparaba celulares para ayudar con los gastos de su casa.
Agregó que hace tres meses no tienen servicio de gas en su hogar.
"Estamos en dictadura, por reclamar por una bombona de gas lo dejaron sin visión. Mi sobrino no quiere vivir", expresó el tío del adolescente, William Parada.
El director de la Policía de Táchira, Jesús Arteaga, manifestó que se trata de un hecho aislado y repudió el suceso de parte de los efectivos de su institución.
En Venezuela, las deficiencias en torno a la distribución de gas se acrecentaron en los últimos años pues este servicio se ha monopolizado en el régimen chavista a través de la estatal petrolera PDVSA.
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