Redacción PERÚ21

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Cuando hablamos del quizá se nos viene a la mente la película y todo el relato de amor entre Jack y Rose. También nos podemos acordar de la embarcación desaparecida a raíz de un choque contra un 'iceberg'. Sin embargo, el mencionado barco todavía esconde muchas joyas tras su lamentable final.

Uno de los libros más codiciados y preferidos por los coleccionistas a nivel mundial fue el Rubaiyat, publicación de Omar Khayyam. Uno de los autores más famosos de esa época, Amin Maloof mencionó "es particularmente valioso porque es único". Pero nadie sabía el por qué.

El Rubaiyat tuvo varias copias pero había una que era considerada como pieza única. En 1900, los franceses George Sutcliffe y Francis Sangorski decoraban publicaciones dependiendo el gusto del cliente. Ante esto, recibieron la propuesta de graficar y decorar el Rubaiyat a su manera. No había un presupuesto exacto y podían trabajarlo como mejor les parezca. 

Dos años después, en 1913, se presentó el libro en coordinación con los ilustradores y decoradores que trabajaron con patrones y motivos florales típicos de los manuscritos medievales persas.

El libro tenía más de 1.000 piedras preciosas y semipreciosas —rubíes, turquesas, esmeraldas y otras— fueron empleadas en su fabricación, junto a casi 5.000 piezas de cuero e incrustaciones de plata, marfil y ébano. El oro fue el material más usado en casi todas las páginas del libro.

En un principio, el libro era sólo eso, una publicación de hoja y papel, sin embargo con estos cambios, se establecía como un objeto de gran valor y costo 'infinito'. Ante esto, el libro no lo compraba nadie y su precio para asegurarlo era muy costoso. 

Gabriel Wells lo compró en una subasta de Sotheby's por 450 libras de la época, menos de la mitad de su precio de partida de 1.000. Decidió llevarlo a Estados Unidos pero nadie suponía que la embarcación en la que iba, el 'Titanic', se accidentaría. 

Se conoce que el libro original sigue desaparecido, sin embargo Stanley Bray, sobrino de Sutcliffe, decidió replicarlo y los resultados fueron muy buenos. Actualmente, es la única copia que se conoce del Rubaiyat y se encuentra en la bóveda de un banco en Nueva York.