Siete implicados en un ataque a una comisaría de Ngcobo, en la región del Cabo Oriental (Sudáfrica), fueron abatidos por la policía. En el operativo, también fueron arrestados otros 10 sospechosos. Los agentes arrinconaron a la banda en un templo; uno de ellos resultó herido.
El ataque a la comisaría se produjo el pasado miércoles. Tres policías fueron asesinados y otros dos resultaron heridos. Los delincuentes, además, robaron seis pistolas, dos escopetas, dos fusiles de asalto y un vehículo policial.
"Hemos decidido que esto no puede ocurrir en Sudáfrica, los delincuentes no pueden socavar al Estado", dijo el comisario del Servicio de Policía de Sudáfrica, Khehla John Sitole. "Queríamos nuestras armas y arrestar a estos criminales".
Estos ataques a hacia la policía son frecuentes en Sudáfrica, un país cuya tasa de criminalidad es una de las más elevadas del mundo. Y es que según datos oficiales, 57 policías fallecieron en el ejercicio de su cargo entre abril de 2016 y marzo de 2017.