El terremoto de magnitud 7.2 en la escala de Richter que azotó hoy el oeste de Guatemala deja, hasta el momento, 43 muertos, más de 150 heridos y unos 100 desaparecidos.
El presidente de la nación centroamericana, Otto Pérez, consideró que este es "el peor sismo que se registra desde 1976" en su territorio. Declaró en alerta roja a su país.
En un inicio se reportó la muerte de tres personas –entre ellas una niña de siete años– en el departamento de San Marcos, fronterizo con México, donde al menos 40 viviendas se derrumbaron.
En la capital guatemalteca, los edificios fueron evacuados por temor a réplicas y por recomendación de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Pérez Molina detalló más temprano que los daños más graves se presentan en los departamentos de Quetzaltenango y San Marcos.
También destacó la cancelación de todos los compromisos de su agenda oficial para atender personalmente la emergencia y declaró "alerta roja" en todo el país. Las comunicaciones telefónicas quedaron interrumpidas en Guatemala.
El sismo también se sintió en México, ya que el epicentro se encontró en la costa del Pacífico. En el país azteca se registró, minutos después, un temblor de 6.3 grados, que provocó pánico y evacuaciones.
En un inicio, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó que el violento sismo fue de 7.5 grados, pero después lo rebajó a 7.4 hasta que, finalmente, las autoridades de Guatemala cifraron la magnitud en 7.2.
