A propósito del anuncio de Donald Trump sobre ataques a Siria, se ha creído conveniente recordar cuáles son los factores claves en este conflicto, que tiene involucrado al país norteamericano, la nación de Medio Oriente y Rusia.
NOTA ORIGINAL
Desde la represión sangrienta de manifestaciones prodemocráticas hasta la implicación de grupos yihadistas y la intervención de potencias internacionales, estas son las grandes etapas de la guerra en Siria que ha dejado más de 500 mil muertos.
EL INICIO DEL CONFLICTO
El 15 de marzo del 2011, comenzaron unas protestas sin precedentes en el país, gobernado con mano de hierro desde hace 40 años por la familia Asad.
Tras un llamamiento a manifestarse para "una Siria sin tiranía", el movimiento cobró fuerza en Deraa, al sur de Damasco, tras el arresto y la tortura de estudiantes rebeldes que pintaron un muro.
En julio de ese año, un coronel refugiado en Turquía anunció la creación del Ejército Sirio Libre (ESL), compuesto por civiles y dirigido por desertores.
El 17 de julio de 2012, el ESL lanzó la batalla de Damasco. El Gobierno logró conservar el control de la capital, pero los rebeldes conquistaron algunas zonas de las afueras.
A partir de 2013, los helicópteros del régimen de Bashar Al Asad comenzaron a arrojar barriles llenos de explosivos sobre los sectores rebeldes.
INTERVENCIÓN DE HEZBOLÁ
Desde abril de 2013, el movimiento islamista libanés Hezbolá, aliado de Irán, reconoció que intervenía en Siria para ayudar a los soldados del régimen. Irán es el mayor aliado regional de Al Asad.
El uso de armas químicas por parte del régimen sirio durante el conflicto siempre ha estado presente. El 21 de agosto de 2013, un ataque con gas sarín contra dos zonas controladas por los rebeldes cerca de Damasco dejó cientos de muertos.
Estados Unidos calculó que murieron, al menos, 1,429 personas, entre ellas 426 niños. Entonces gobernaba Barack Obama.
En setiembre del 2013, un acuerdo entre Moscú, aliado de Al Asad, y Washington sobre el desmantelamiento del arsenal químico sirio evitó que Estados Unidos bombardee posiciones del ejército de Damasco.
EL AUGE DEL ESTADO ISLÁMICO
En el 2014, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) conquistó extensas regiones del noreste de Siria y convirtió a la ciudad de Raqa en su bastión.
Este grupo no estaba a favor de los rebeldes, pero sí en contra del Bashar al Asad. Como sabemos, el EI busca imponer su visión radical islámica.
El 23 de setiembre de 2014, una coalición internacional liderada por Estados Unidos empezó a bombardear posiciones de grupos yihadistas, como el EI y también el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda (grupo del que nace el EI).
Los kurdos de Siria, que habían instalado una administración autónoma en el norte del país en el 2013, arrebataron zonas claves al EI. El 30 de setiembre de 2015, Rusia emprendió una campaña de bombardeos con el fin, según Moscú, de atacar a grupos "terroristas" como el Estado Islámico. Pero los rebeldes y los occidentales acusaron a la aviación rusa de golpear sobre todo a los rebeldes moderados.
MOSCÚ, AL RESCATE DE AL ASAD
Esos bombardeos ayudaron al régimen, que entonces estaba en una situación muy desfavorable, a recuperar terreno ante los rebeldes.
El 24 de agosto de 2016, Turquía, que apoya a la rebelión, lanzó una operación al otro lado de su frontera para expulsar al EI y también a las milicias kurdas instaladas en la región.
El 30 de diciembre del 2016, entró en vigor un alto el fuego tras un acuerdo entre Rusia y Turquía.
El conflicto entró a un estado moderado. Sin embargo, en abril de 2017, 86 civiles murieron, entre ellos 30 niños, en un ataque químico en la ciudad rebelde de Jan Sheijun (provincia de Idlib, norte). En respuesta, Estados Unidos lanzó 59 misiles contra una base aérea del centro de Siria.
LOS REFUGIADOS
Se trata de uno de los mayores éxodos de la historia reciente, más de 5 millones de personas han huido de Siria desde el inicio de conflicto, según advirtió el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Aunque algunos optaron por huir a países fronterizos, otros han sido más arriesgados e intentaron cruzar el Mediterraneo. El objetivo: llegar a Europa. Sin embargo, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) al menos 33.761 personas fueron reportadas en esta zona como desaparecidas entre 2000 y 2017.
LA AMENAZA DE ESTADOS UNIDOS
Durante estos 7 años de conflicto en Siria, la actuación de Estados Unidos ha sido, relativamente, medida. Washington ha apoyado a algunos grupos rebeldes con armamento y equipos, aunque siempre ha sido de forma limitada debido al temor de que vayan a parar a manos del Estado Islámico.
Desde el 2014, junto con fuerzas del Reino Unido, Francia y otros países bombardearon zonas invadidas por el EI, aunque con el cuidado de no atacar las fuerzas de Al Asad.
Pero esto cambió el pasado 8 de abril cuando Donald Trump ordenó un ataque militar contra las fuerzas de Al Asad.
Las palabras de Trump fueron en respuesta a la denuncia de un ataque realizado por el régimen sirio con armas químicas en la ciudad de Duma. El ataque habría dejado como saldo la muerte de al menos 70 personas.
TENSIÓN CON RUSIA
Pero las amenazas han ido en dirección a Rusia, que se ha convertido en el aliado más importante del régimen sirio. Cuando Trump lanzó su primera advertencia, desde Moscú indicaron que derribarían los misíles. Esto generó un nuevo mensaje del presidente de EE.UU.
"Rusia promete derribar todos los misiles disparados contra Siria. Prepárate Rusia, porque van a ir, suaves y nuevos e "inteligentes!", dijo Trump en Twitter.
Trump afirma que Rusia no debería asociarse "con un animal que mata con gas a su gente y disfruta!", en referencia al presidente sirio, Bashar Al Asad.
Desde Moscú han indicado que esperan una investigación"imparcial y objetiva" sobre el ataque en Duma para poder basar su juicio en "datos fiables" y no en "informaciones vacías".
*Este artículo fue publicado originalmente en abril de 2016 y ha sido actualizado para explicar los acontecimientos más recientes.