La represión en Siria es una tragedia que se hace cotidiana. Hoy, en una nueva jornada de violencia, 61 personas murieron, según fuentes del gobierno y de sectores opositores.
De las víctimas, existen unas 30 personas sin identificar y que fueron encontradas en un hospital de la provincia de Idleb. Otras 15 personas murieron por la explosión de un autobús que trasladaba presos.
Este último ataque fue adjudicado a un "grupo terrorista" indeterminado, mientras que la agencia oficial Sana aseguró que los responsables también dispararon contra las ambulancias que acudieron al lugar.
De otro lado,* al menos tres personas más murieron* en la provincia de Homs, dos en los alrededores de Damasco y una en la de Dir Al-Zur, cercana a la frontera con Irak.