Una nueva jornada sangrienta en Siria dejó al menos 24 muertos, sin que se encuentre aún una solución a la crisis en el país asiático, debido a la denuncias por parte de las Naciones Unidas.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un enfrentamiento se dio hoy en Idleb, entre fuerzas regulares, agentes de seguridad y grupos de desertores del Ejército.
Entre los fallecidos hay siete militares y miembros de la seguridad del ejército regular, así como tres civiles y cinco soldados desertores.
En la misma región, en Ariha, dos manifestantes fueron muertos, mientras otro falleció en Deraa y tres en Homs, principal foco de la rebelión contra el gobierno. Otros dos civiles resultaron muertos a balazos en Ar Rastan.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU condenó el viernes al régimen de Bashar el Asad, por la represión que deja un saldo mayor a los 4,000 muertos, incluidos más de 300 niños.
La cancillería siria solo respondió mediante una nota donde afirma que la resolución del Consejo de Derechos Humanos tiene "motivaciones políticas".