Al menos ocho civiles murieron hoy y otros 29 resultaron heridos por la caída de proyectiles de mortero, disparados por "terroristas", como el régimen denomina a los opositores, en distintas partes de Siria, según medios oficiales.
Fuentes policiales, citadas por la agencia de noticias Sana, señalaron que al menos cuatro personas perdieron la vida y otras doce resultaron heridas por el impacto de varios cohetes en el barrio de Yamilia, en la ciudad septentrional de Alepo.
En la localidad de Idleb, también en el norte del país, otros tres civiles fallecieron y cuatro resultaron heridos en un ataque similar en la calle 30, en el suroeste.
Además, un mujer pereció y otras trece personas fueron heridas, algunas de ellas graves, por el lanzamiento de un proyectil contra la plaza de Al Hach Atef, en el distrito de Al Mahata, en la población de Homs, en el centro del país.
Por su parte, el régimen de Bashar al Assad anunció que mató a 80 "terroristas" en una emboscada en una zona al norte de Damasco.
La agencia Sana precisó que entre los muertos había personas de distintas nacionalidades como egipcios, saudíes, libios y paquistaníes.
Antes, medios oficiales sirios y activistas informaron del fallecimiento de decenas de combatientes yihadistas en la emboscada tendida por los efectivos gubernamentales en una área situada entre las localidades de Malula y Al Qastal, al norte de la capital.
En declaraciones a Sana, una fuente militar apuntó que los milicianos pertenecían al Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda, e iban pertrechados con lanzagranadas, fusiles, cinturones de explosivos, lanzaderas de cohetes y ametralladoras, que fueron incautadas por las autoridades.