San Salvador. Miles de ciudadanos de y de centroamérica celebraron al beato santo  entre un llamado a la justicia por su asesinato y a vencer las desigualdades sociales que existen en la región.

Los feligreses, congregados desde la noche del sábado, se unieron en un fuerte aplauso cuando el papa Francisco declaró santo a Romero, asesinado en 1980 y conocido desde hace muchos años como "San Romero de América".

A los aplausos se unieron las ovaciones y consignas en honor al primer santo salvadoreño. También repicaron las campanas de la catedral y de varios templos en todo el país, como lo pidió el arzobispo, José Luis Escobar, a los párrocos.

Varias personas, principalmente las de mayor edad, se fundieron en abrazos y lloraron, mientras que en los altavoces eran recordados los "ejecutados, desaparecidos y torturados por el régimen" antes y durante la guerra civil (1980-1992).

Óscar Romero, amado en vida y venerado tras su muerte, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un comando de ultraderecha mientras oficiaba misa en la capilla del hospital de cáncer Divina Providencia de San Salvador.

Fuente: EFE

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