Tanques destruidos en Bucha, lugar donde se llevó a cabo una masacre. AP
Tanques destruidos en Bucha, lugar donde se llevó a cabo una masacre. AP

El sábado 2 de abril las decenas de periodistas que ingresaron a la ciudad ucraniana de encontraron un escenario apocalíptico. Las fuerzas rusas se habían replegado de este suburbio cercano a y ya era posible ingresar sin el temor a recibir un disparo. El escenario era más que desolador: civiles muertos, muchos de ellos maniatados, asesinados a quemarropa y con signos de tortura, se repartían desparramados entre las calles y veredas de la ciudad. Los cuerpos apilados gritaban que la zona había sido el infierno. Unos reporteros de la AFP contabilizaron tan solo en una calle unos 20 fallecidos, sus rostros de aspecto ceroso indicaban que llevaban varios días en el lugar. Los edificios residenciales mostraban agujeros, mientras que los automóviles permanecían polvorientos y destruidos. A los pocos metros, las fosas comunes indicaban que Bucha era el horror.

“A toda esta gente les dispararon, los mataron con un tiro en la nuca”, denunció el alcalde Anatoly Fedoruk. “Esto es genocidio. La eliminación de toda la nación y el pueblo”, dijo por su parte el presidente ucraniano Volodomir Zelenski. El mandatario exigió que quienes realizaron los asesinatos y los que dieron las órdenes sean “llevados ante la justicia de inmediato por crímenes de guerra” ante una corte similar a la formada en Nuremberg tras la II Guerra Mundial.

EL INFIERNO

Rodeada por bosques de pino que se extienden hasta Bielorrusia, Bucha, de 35,000 habitantes, era un suburbio tranquilo de la capital ucraniana. Hasta la invasión rusa. Su feroz resistencia impidió que los invasores lleguen a la capital Kiev. Es así que, a fines de marzo, tras un cambio de estrategia, las fuerzas rusas salieron de la zona rumbo al este.

Pero el costo fue demoledor. Tras la recuperación de la ciudad, los soldados ucranianos empezaron a retirar decenas de cadáveres de civiles de las calles. Lo hacían con cautela, tirando de cables ante el temor de que debajo de los cuerpos haya trampas explosivas. Los sobrevivientes relataban sus historias de terror a los periodistas, indicando que muchos civiles fueron asesinados sin provocación por las tropas rusas.

“Estas personas solo caminaban y les dispararon sin motivo”, dijo un habitante de Bucha a la agencia AP. La reportera de Kyiv Independent Anastasia Lapatina dijo haber visto cuerpos desnudos de varias mujeres, mientras que el periodista Stanislav Asiejev comentó que el emplazamiento de muchos cadáveres sugería que los rusos habían ido casa por casa ejecutando de forma “sistemática” a los hombres en edad de combatir.

Las autoridades ucranianas han indicado que hasta el momento los cadáveres superan los 400.

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IMAGEN DE LA GUERRA

Bucha se ha convertido en la ilustración máxima de las consecuencias de la guerra. Las imágenes impactantes de las atrocidades provocaron inmediatamente la condena internacional contra el gobierno de Moscú. Horas después del macabro hallazgo, la Corte Penal Internacional (CPI) abrió una investigación de posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania. Según Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se consideran crímenes de guerra el asesinato o malos tratos contra prisioneros de guerra, los trabajos forzados, el genocidio o la violación, entre otros.

El presidente estadounidense Joe Biden no escatimó calificativos para su par ruso, Vladimir Putin, y lo llamó “criminal de guerra”. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó las matanzas de civiles ucranianos como actos “horribles” e “inaceptables”.

En Gran Bretaña, la secretaria de Exteriores, Liz Truss, dijo que hay crecientes pruebas de “ataques indiscriminados contra civiles inocentes” y dijo que se investigarían como crímenes de guerra. El mismo gobierno británico indicó que Rusia “ha cruzado hace tiempo el umbral de la barbarie”.

En Italia, el ministro de Exteriores, Luigi di Maio, indicó que estos crímenes “no pueden quedar impunes”. Por su parte, el canciller alemán Olaf Scholz pidió que se le dé acceso a organizaciones internacionales a la zona para que puedan documentar las atrocidades de manera independiente. España calificó lo ocurrido como “imágenes insoportables”.

El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó que es la peor “masacre” en Europa desde la II Guerra Mundial.

RUSIA NIEGA ATROCIDADES

Pese a las pruebas existentes, Rusia negó que sus tropas hayan asesinado a civiles en Bucha y aseguró que todas las fotografías y los vídeos publicados por el Gobierno ucraniano son una “provocación”. El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó la matanza como un “nuevo ataque con noticias falsas” contra Moscú, un “montaje” supuestamente cometido justo después de que los soldados rusos abandonaran esa ciudad.

“Después de varios días se montó una escenificación que los representantes de Ucrania y sus patrocinadores occidentales muestran por todos los canales y las redes sociales”, señaló.

Moscú ha cuestionado por qué, si sus fuerzas se retiraron de Bucha el 30 de marzo y el alcalde declaró la zona libre de fuerzas rusas el 31 de marzo, los cuerpos de los civiles muertos no se mostraron por primera vez hasta el 3 de abril.

Sin embargo, el New York Times publicó un análisis de los acercamientos a las calles de Bucha y concluyó -tras compararlos con un vídeo del 1 y 2 de abril que mostraba cadáveres en la vía- que al menos once cuerpos estuvieron ahí desde hace al menos tres semanas, cuando las fuerzas rusas controlaban esa población.

Con todas estas pruebas - además de las nuevas sanciones anunciadas por Estados Unidos y Occidente- este viernes los países miembros de la ONU votaron a favor de suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Moscú ha indicado que la decisión es ilegal y motivada políticamente.

Mientras tanto, decenas de forenses ucranianos siguen llegando a Bucha para participar de las exhumaciones de los cientos de cuerpos. La guerra sigue su paso de dolor.

DATO

Dos hijas del presidente ruso, Vladímir Putin, así como directivos del mayor banco ruso Sberbank, se encuentran entre los nuevos sancionados de la Unión Europea. La decisión fue adoptada a raíz del asesinato de civiles en Bucha.

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Además, Ximena Pinto secretaria de Comunicaciones de la PCM, lo cuenta todo sobre Aníbal Torres. También, nueva alcalde de Huancayo, tiene audios con los tiranos del centro. Y, refugiados de Ucrania acampan en una estación de tren en Polonia.