En la capital administativa de Bolivia, La Paz (recordemos: Sucre es la capital constitucional), más de 100 barrios, entre ellos algunos de los más grandes de la ciudad, están sin agua. Es decir, gran parte de la ciudadanía lleva más de un mes sobreviviendo bajo el racionamiento de agua potable.
Según consigna la BBC, las autoridades bolivianas señalaron que el pasado lunes 12 de diciembre 30 millones de litros se repartieron en los últimos 20 días en la ciudad.
Los barrios donde viven las personas con más altos recursos han sido golpeados fuertemente con el racionamiento. Las represas que suministraban agua potable a estas zonas se redujo radicalmente su caudal.
Por ejemplo, una de las zonas más afectadas es Calacoto, un barrio rodeado de hoteles, residencias diplomáticas, embajadas, restaurantes gourmet y centros comerciales.
Según confirmó la BBC, representantes diplomáticos y de la cooperación internacional comenzaron a abandonar La Paz junto a sus familiares. O algunos ya enviaron a sus hijos a Europa, otros adelantaron las vacaciones, por mencionar algunos casos.
Sin embargo, son siempre las personas más humildes y de menos recursos las que más sufren por la crisis del agua en La Paz. Los vecinos se organizan mediante grupos en la red social WhatsApp. Por ejemplo, cuando un camión cisterna con agua —custodiado por militares— se acerca al barrio, se arman filas de inmediato con gente sosteniendo cubetas, recipientes de pintura, ollas, botellones o viejos bidones de ron o vino.
Personas de la tercera edad deben aguantar con sus cubetas y a veces no hay nadie que pueda ayudarlos.
Por otro lado, el gobierno nacional y la Empresa Pública Social de Aguas y Saneamiento Básicos (EPSAS) utilizan redes sociales como Twitter y Facebook para recibir denuncias de falta de distribución y pedidos de agua de los barrios afectados.
EPSAS dice que el agua que reparten los camiones se puede utilizar para el consumo humano, pero luce de color amarillento.
Las familias prefieren cocinar con agua embotellada, pero tras la sequía su precio se duplicó en varios puntos de la ciudad, y no todos pueden pagarlo.
Por eso, cuando llueve las familias de todos los sectores sociales salen con sus cubetas para acopiar el líquido que a estas alturas ya es visto como un regalo del cielo, según cuenta el artículo de la BBC. Básicamente, fue causada por el Fenómeno del Niño registrado este año sumado el cambio climático. La BBC señala que, según el investigador Dirk Hoffmann, Bolivia no se preparó para afrontar la falta de agua pese a que fue anunciada en 2009.
"Durante 20 años casi no se hizo nada para construir nuevas captaciones de agua, en cambio en ese mismo tiempo la población se duplicó", explicó el experto.
Además, la mala gestión de las autoridades responsables de la administración del agua y los megaproyectos bolivianos que afectan el proceso de regeneración de lluvias, son otros de los motivos señalados por los expertos.
Un artículo publicado en New York Times en Español señala que a principios de noviembre EPSAS informó que las dos represas que suministraban agua a más de 340 mil personas en 94 zonas de La Paz estaban a niveles mínimos.
Acto seguido, Evo Morales destituyó al gerente de la empresa y luego de eso la empresa endureció los cronogramas de recorte. Pero tras el incumplimiento de los mismos horario de reparto de aguas se originaron bloqueos en algunas calles y avenidas y marchas de protesta con eslóganes en contra del partido gobernante.