Raúl Reyes fue abatido en el 2008 en una operación realizada en territorio ecuatoriano. (Internet)
Raúl Reyes fue abatido en el 2008 en una operación realizada en territorio ecuatoriano. (Internet)

Redacción PERÚ21

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Un programa secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU ayudó al gobierno de a eliminar a varios líderes de las en la última década, incluyendo a en Ecuador, aseguró este domingo el diario The Washington Post.

De acuerdo con el periódico, el plan incluye importante ayuda de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y se apoya en un "presupuesto multimillonario" en dólares y de carácter secreto que no forma parte del llamado Plan Colombia.

El programa fue implementado con autorización del entonces presidente George W. Bush (2001-2009) a principios de su gobierno y fue mantenido por el actual mandatario, , aseguró el periódico citando fuentes anónimas colombianas y estadounidenses.

Desde el inicio, el rol estadounidense en el programa secreto era proporcionar inteligencia para localizar a líderes de las FARC y, a partir de 2006, un sistema de rastreo por GPS, que cuesta unos 30 mil dólares por unidad, para usarlos en bombas de gravedad a fin de convertirlas en bombas de alta precisión.

Ese ensamblaje de datos de inteligencia y bombas guiadas por sistema de GPS fue el que en 2008 permitió a la Fuerza Aérea de Colombia localizar y eliminar al líder de las FARC Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, en lo que constituyó la peor crisis diplomática entre estos dos países sudamericanos en más de una década.

El Washington Post recordó que en 2006 Colombia era el país receptor del tercer mayor paquete de ayuda militar estadounidense, después de Egipto e Israel, pero ese programa secreto dio un salto cualitativo cuando pasó a incluir el dispositivo de GPS para ser utilizado con bombas de 500 libras.

Fue precisamente una bomba de 500 libras con dispositivo de GPS que permitió la eliminación de Abu Musab al Zarqawi en Irak, y, según el diario, el entonces presidente pidió reservadamente a Bush que Colombia recibiera esa capacidad de combate.

Peritos estadounidenses y colombianos inicialmente trataron de adaptar aviones de fabricación brasileña Super Tucano para cargar las bombas, pero finalmente se decidieron por modelos Cessna A-37 Dragonfly.