Presos de ETA no tendrán que pedir perdón a víctimas

Seis meses después de que el grupo terrorista ETA anunciara el cese definitivo de la violencia, aunque no su disolución, el gobierno español de Mariano Rajoy ha decidido facilitar la reinserción de los presos de la organización separatista y su acercamiento al País Vasco.

Este programa de acceso voluntario al que también pueden acogerse terroristas de otras organizaciones y, con matices, reclusos del crimen organizado comprende aulas para la educación en los valores de la convivencia y de la sociedad democrática, así como talleres para facilitarles la obtención de un puesto de trabajo una vez abandonen la prisión.

En las cárceles de España hay algo más de 550 presos de ETA, la mayoría de ellos en prisiones de fuera del País Vasco, en el marco de una política de dispersión que se puso en marcha a finales de la década de los 80.

Para participar en el programa, los reos tendrán que demostrar voluntad "clara, solemne y pública" de dejar atrás el terrorismo, pero no estarán obligados a pedir perdón a las víctimas, algo que hasta ahora sí era condición para acceder a la vía de la reinserción.

El programa supone un cambio en la línea que hasta hace poco defendía el hoy gobernante Partido Popular (PP), que apostó durante mucho tiempo por una línea dura frente a la organización separatista.

Sin embargo, no tardaron en llegar las críticas de asociaciones de víctimas cercanas al PP de Rajoy, que consideran la medida como "una cesión a los intereses de los terroristas" y una "traición" a las víctimas.