Redacción PERÚ21

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Marcelo Rebelo de Sousa, de 67 años de edad, ganó este domingo en primera vuelta las elecciones presidenciales de , según los resultados oficiales (con 99% de votos escrutados).

El profesor de derecho y comentarista estrella de la televisión en los últimos 15 años obtuvo el 52,11% de los votos, muy por delante del independiente de izquierda Antonio Sampaio da Novoa, quien alcanzó solo el 22,74% de los sufragios.

Marisa Matias, candidata del Bloque de izquierda, formación cercana al Syriza griego y al Podemos español, dio la sorpresa al ubicarse en tercer puesto, por delante de la exministra socialista Maria de Belem Roseira y el candidato comunista Edgar Silva.

Rebelo de Sousa sucederá en el cargo a Aníbal Cavaco Silva, quien a sus 76 años de edad finaliza su segundo quinquenio consecutivo de mandato en Portugal, o sea, el límite que permite la Constitución.

Uno de los primeros en felicitar al futuro jefe del Estado de Portugal, fue el exprimer ministro Pedro Passos Coelho, quien estimó que "esta victoria en la primera ronda le confiere una autoridad política incontestable".

Rebelo de Sousa llegó a las eleccioens con el apoyo oficial de las dos formaciones de derecha, el PSD y la CDS, aunque tomó distancias con dos partidos asociados a las impopulares políticas de austeridad de la anterior legislatura.

"No seré el presidente de ningún partido", prometió este especialista en derecho constitucional, que quiere ser "un árbitro por encima de la melé (scrum)".

Aparte del color político, Rebelo de Sousa no se parece en nada al saliente Cavaco Silva. Este dirigente, de aspecto rígido, nunca escondió sus reticencias a nombrar un gobierno socialista apoyado en el Parlamento por varios partidos de izquierda radical.

En total se presentaron diez candidatos en esta consulta, una cifra récord para unas presidenciales en Portugal.

"He votado por el profesor Marcelo. Después de verlo tantos años en la televisión, conozco sus ideas políticas", comentaba Mario Machado, un jubilado de 72 años, después de ejercer su voto en un barrio acomodado de Lisboa.

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