Confesó todo. Mohammad Alí Nayafí, exalcalde de Teherán, explicó los motivos por los que asesinó a tiros a su segunda esposa ante la policía iraní. Sin embargo, generó una mayor indignación la forma en cómo confesó el crimen: Sentado en la comisaría, frente a la policía y tomando un té.
Nayafí fue ministro de Ciencia y Tecnología, de Educación y jefe del Centro de Planificación y Presupuesto en Irán. Acababa de pedirle el divorcio a su segunda esposa Mitra Ostad, de 35 años, pero ella rechazó el pedido.
Entonces, Nayafi le disparó cinco veces, pero solo le dio dos, una de ellas en el corazón, según la policía.
"Sólo quería asustarla. Le había pedido el divorcio, pero ella se negó. Cometí un error", confesó Nayafí a las autoridades.
El hombre se entregó luego de que se hubiera dado a la fuga y, según él, incluso pensara en suicidarse. Cuando llegó a la estación de policía fue detenido sin usar esposas. Además, un canal de noticias grabó la intervención y se le pudo observar sentado, charlando con los oficiales y tomando un té.
Esta situación generó indignación en la ciudadanía dado que Nayafí fue tratado con gran cortesía. En redes sociales no tardaron en quejarse entre las diferencias de trato que tiene la policía de Teherán con los ciudadanos comunes, mientras que el político que estaba a punto de confesar el asesinato de su esposa.
El exalcalde dijo que su esposa lo había amenazado con destruirlo si la dejaba o incluso si mantenía relaciones cercanas con su primera esposa (dado que la poligamia es permitida).
El político afirmó que las frecuentes discusiones matrimoniales con Ostad habían llegado al límite. "Perdí la calma hasta cierto punto. Tomé el arma y ella fue al baño. La seguí al baño. Fue más para asustarla. Le mostré el arma y le pregunté: '¿Quieres terminar esta conversación ya o no?' Ella se asustó y de alguna manera se enredó conmigo físicamente. Se lanzó sobre mí y el arma estaba cargada", explicó.