El próximo 27 de febrero, el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de Argentina dictará sentencia a Alejandro Mendoza por el supuesto delito de violación sexual y por haber intentado que un perro rottweiler también ultrajara a quien fuera su pareja Paola Campos. El fiscal encargado del caso, Fernando Berlinger, pidió 13 años de prisión para el presunto agresor.
El caso ha causado revuelo en ese país debido a la brutalidad del ultraje en contra la víctima. La noche del 2 de octubre del 2016, el individuo comenzó a golpear y amenazar de muerte a la mujer. "Te voy a matar por hija de mil p..., te voy a enterrar acá. Pensé en cómo te voy a matar, allá afuera te voy a colgar con los ganchos. El amanecer no lo ves", le habría dicho el hombre a la mujer.
Tras los golpes y amenazas, la escena que se dio fue atroz: el sujeto violó a la mujer e incluso usó una botella. Pero en su bestialidad, también hizo ingresar al cuarto a un perro rottweiler. "Vino un amigo a estar con nosotros". La mujer entró el pánico e imploró piedad a su supuesto agresor. Pero fue sometida por el hombre, quien, finalmente, no logró que el perro la ultrajara sexualmente.
El brutal acto provocó en la mujer, según el informe médico, graves lesiones en el área genital debido a la introducción de un elemento "extraño" en la vagina. Además, golpes en el cuerpo, equimosis en la cabeza y escoriaciones en los costados del torso, que, según un perito, pudieron haber sido provocadas por un animal.
El fiscal manifestó en su alegato que "el agresor tiene una actitud de desprecio para con la víctima por la forma de la violación, la bronca, los ultrajes, el uso de una botella y hasta un perro. Ella soportó una violación con mucha violencia".
El informe psiquiátrico y psicológico del atacante concluyó que este tiene una baja autoestima, inseguridad y celos injustificados.
El fiscal imputó al agresor de "abuso sexual gravemente ultrajante, idealmente con privación ilegítima de la libertad y amenazas". A favor de la víctima manifestó que la falta de antecedentes penales y el bajo nivel de escolaridad de la mujer.
Como atenuantes en contra del agresor indicó el horario y la sensación de vulnerabilidad provocada en la víctima, el tiempo que fue sometida, el contexto de violencia de género y la falta de arrepentimiento del supuesto violador.
Para la defensa de Alejandro Mendoza, por el contrario, el caso se resume en "relaciones sexuales consentidas intensas tal y como acostumbraban ambas partes".
PIDE PRISIÓN PARA AGRESOR
La mujer de 37 años declaró “yo espero que el siga detenido y que vaya a juicio, aunque mi mayor deseo es que se muera, ese sería mi alivio porque si llega a salir va a hacer lo mismo porque no le importa nada”, expresó a La Tribuna de Argentina.
Tras el ataque, la mujer fue llevada al Hospital Interzonal General de Agudas (Higa) donde fue operada de emergencia por lesiones internas y doble desgarro sufro que le originó abundante sangrado.
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