Perú está entre los países con mayor cantidad de viviendas inadecuadas de la región. (Perú21)
Perú está entre los países con mayor cantidad de viviendas inadecuadas de la región. (Perú21)

Redacción PERÚ21

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Una de cada tres familias latinoamericanas, alrededor de 59 millones de personas, reside en una vivienda inadecuada, construida con materiales precarios o carente de servicios básicos, indicó hoy un estudio del (BID).

Más de dos tercios de las familias de Nicaragua, Bolivia, Perú y Guatemala habitan en casas deficientes, mientras que Brasil y México son los países con los mayores déficits de estas en términos absolutos.

El , titulado "Un espacio para el desarrollo: los mercados de la vivienda en América Latina y el Caribe", informa que pese al progreso en los últimos años, el 21% de las familias de la región carecen de electricidad e instalaciones sanitarias en sus residencias.

"Se debe abordar las causas y no los síntomas del problema habitacional, se debe asegurar que el mercado de vivienda ofrezca soluciones adecuadas y asequibles, con títulos de propiedad y acceso a servicios básicos para que la gente no tenga que vivir en zonas marginales u otro tipo de vivienda informal", afirmó César Bouillon, coordinador del estudio.

Para que y el Caribe pueden reducir esta falta de casas, según datos del informe, los gobiernos deberían septuplicar la inversión actual en los programas públicos, es decir, destinar un 7.8% del PBI de la región.

"Una solución sustentable y de largo plazo requiere la movilización de recursos del sector privado para aumentar la . Los gobiernos sencillamente no disponen de los medios para hacerlo por su cuenta", agregó Bouillon.

La situación es especialmente complicada en las grandes ciudades de la región.

Más de la mitad de las familias de Caracas, La Paz, Buenos Aires, Sao Paulo, Rio de Janeiro, Ciudad de México, Quito y no pueden costearse otra cosa que "una morada construida por su propia cuenta".

En la mayoría de los casos la principal limitación es la insuficiencia de ingresos, aunque también afecta la escasa oferta de moradas de buena calidad o la dificultad para acceder a crédito.