Foto: Twitter/@ndtv
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En el año 2021 una noticia, tan inusual como feliz, copaba los titulares de diversos medios internacionales: , dos de la ciudad india de , habían logrado obtener empleo como electricistas en una empresa energética del país como controladores de suministros. Hoy la noticia es igual de insólita, pero no tan feliz.

Y es que, por 10 mil rupias, unos 465 soles peruanos, por mes, los hermanos fueron contratados por la Punjab State Power Corporation Limited. Lo que parecía una grata historia con un final feliz, parece haber tomado un rumbo distinto.

En una entrevista con el documentalista de YouTube, Ruhi Çenet, los gemelos hicieron una particular denuncia: la empresa de electricidad solo les paga un salario pese a tratarse de dos personas y que solo reciben 200 (810 soles) euros mensuales por turnos de hasta 12 horas.

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Decidimos reclutarlos bajo la cuota de personas discapacitadas por motivos compasivos”, explicó Venu Parsad, gerente de PSPCL, el año pasado a ‘Telegraph’, respecto a las razones que llevaron a su empresa a contratar a los gemelos.

“Estamos agradecidos con el gobierno de Punjab por reconocer nuestro talento”, indicaron por su parte, allá en el 2021, los gemelos a los medios tras recibir el trabajo.

Sin embargo, la denuncia de los hermanos Singh causó indignación en el país asiático, más aun entre los usuarios que vieron la entrevista en la red social.

Si tienen identidades separadas, deberían recibir dos cheques diferentes”, “¿Un salario para dos personas?” y “eso me está haciendo enojar”, son algunos de los comentarios que se pueden leer en la caja de comentarios del mencionado video, que ya cuenta con más de tres millones de visitas.

Los hermanos Singh nacieron en 2003 en el hospital Sucheta Kriplani de Nueva Delhi, India, y fueron abandonados por sus padres pocos meses después de nacer, pasando su infancia en un refugio para niños, en donde demostraron tener vocación por los trabajos eléctricos.

La separación fue inviable desde el primero momento para los doctores que revisaron el caso, pues este le hubiera significado la vida a uno de ellos y, para el sobreviviente, una serie de cuadros neurológicos adversos. Hoy por hoy, agradecen no haber tomado esa decisión, pues no ha sido impedimento para que cumplan sus sueños.

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Franco Olcese