Redacción PERÚ21

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La situación de los que no llegaron a tiempo para cruzar la frontera entre y Perú, y así poder ingresar a nuestro país, es desesperante.

Fueron decenas de migrantes que no lograron llegar a tiempo antes de la media noche del viernes pasado, hora programada para que entrara en vigencia la exigencia del pasaporte.

"¡Acelere!", era el grito entre lágrimas de una mujer con su bebé en brazos que viajaba en uno de los buses del corredor humanitario facilitado por Ecuador. Pasaba el tiempo y la desesperación y las lágrimas empezaban a aflorar entre los pasajeros, informa BBC.

Finalmente, los últimos buses llegaron a la ciudad fronteriza de Huaquillas a las 4:00am. solo para confirmarles el peor de sus temores: sin pasaporte no hay ingreso. Luego de semanas de travesía el objetivo de entrar a Perú se les escapó por unas cuantas horas.

¿NUEVAS OPCIONES?

Según las estimaciones, fueron más de 500 venezolanos los que no lograron ingresar al Perú debido a la falta del pasaporte. Sin embargo, en cuestión de horas solo unas cuantas decenas se quedaron en el puesto fronterizo de Huaquillas, del lado ecuatoriano, con la esperanza de ingresar en calidad de refugiados.

De ingresar bajo esta modalidad, solo podrían permanecer en el país por al menos un año. Esta sería una de las tres opciones que les quedan. Las otras dos significan quedarse en Ecuador o ingresar al territorio peruano en calidad de ilegal. Pero ninguna opción contempla el regresar a Venezuela.

"Yo espero que nos permitan entrar. Esa es nuestra esperanza, que nos den el asilo", afirma José Olivera, un joven de 23 años, quien revela que muchos de sus connacionales fueron en busca de otros pasos que llevan a la ciudad peruana de Aguas Verdes.

Mientras, los que se quedaron en Huaquillas preparan café y comparten piezas de pan que les entregaron las organizaciones humanitarias instaladas en el lugar. Duermen en carpas y tratan de mantener buen ánimo, pero sienten que la incertidumbre los asfixia cada vez más.

Huaquillas es una ciudad pequeña, pero con intenso movimiento durante el día debido a su posición como frontera. Los comercios se multiplican y en muchos de esos lugares se encuentran venezolanos contratados, posiblemente por menos dinero que el que se paga a los ecuatorianos.

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