Parlamento de Corea del Sur destituye a la presidenta Park Geun-hye

En una sesión histórica, el Parlamento de Corea del Sur aprobó este viernes una moción para un juicio político a la presidenta del país, Park Geun-hye, tras seis semanas de manifestaciones multitudinarias para pedir su cese por un grave caso de corrupción y tráfico de influencias.

El proyecto de ley para el proceso contra Park recibió 236 votos a favor, 56 en contra y 9 votos nulos y abstenciones, explicó el presidente de la Asamblea Nacional, Chung Sye-kyun.

Esto supera de largo la mayoría de dos tercios de la cámara de 300 diputados necesaria para comenzar el juicio político. La oposición recibió el respaldo de miembros del partido de Park para sacar adelante la propuesta.

Una vez que se entreguen los documentos oficiales en la residencia presidencial de Corea del Sur, la Casa Azul —en las próximas horas— Park será despojada de sus poderes y el primer ministro, Hwang Kyo-ahn, asumirá el mando del país hasta que la Corte Constitucional decida si la líder debe abandonar definitivamente el cargo o no.

"Me gustaría decirle al pueblo que lamento profundamente que la nación tenga que vivir esta situación por mi negligencia y falta de virtud en un momento en el que nuestra seguridad y economía atraviesan dificultades", dijo Park en una reunión del gobierno tras la votación.

Para que la destitución de la presidenta de Corea del Sur se haga efectiva, se requiere sel voto de 6 de los 9 jueces del Tribunal Constitucional, que cuenta con un período de evaluación de hasta seis meses.

La mandataria agregó en su discurso ante el gabinete tras la votación que "toma en serio las voces de la Asamblea Nacional y del pueblo" pero recordó que su destitución todavía no es firme hasta que se pronuncien los jueces.

Park instó a los ministros y al nuevo líder provisional del país que hasta entonces hagan "todo lo posible para minimizar los vacíos en el gobierno, especialmente en los ámbitos de economía y seguridad".

Como se recuerda el mandato de Park hasta ahora se ha caracterizado por una política de línea dura contra el régimen de Kim Jong-un, por lo que su destitución podría dar lugar a cambios en las siempre complicadas relaciones con Pyongyang.