Francisco frente al muro que divide a Cisjordania de Israel. (AP)
Francisco frente al muro que divide a Cisjordania de Israel. (AP)

Redacción PERÚ21

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(AFP/AP)El expresó este domingo al llegar a Israel su "profundo dolor" por el atentado contra el Museo Judío de Bruselas que causó la muerte de cuatro personas, entre ellas dos israelíes.

En su discurso de llegada, el pontífice argentino condenó también "el antisemitismo", "la discriminación" y "la intolerancia".

"Siento profundo dolor, pienso en aquellos que han perdido la vida en el atentado de Bruselas. Encomiendo las víctimas a la misericordia de Dios", dijo el papa durante la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de Tel Aviv.

Al hablar de su visita de tres días a Tierra Santa, iniciada el sábado por Jordania, el papa argentino manifestó el "deseo de que esta Tierra bendita sea un lugar en el que no haya espacio alguno para quien, instrumentalizando y exasperando el valor de su pertenencia religiosa, se vuelve intolerante o violento con la ajena".

El papa mencionó que el programa incluye una visita al Memorial de Yad Vashem, en Jerusalén, erigido en recuerdo de los 6 millones de judíos víctimas del Holocausto, "tragedia que se ha convertido en símbolo de hasta dónde puede llegar la maldad del hombre cuando, alimentada por falsas ideologías, se olvida de la dignidad fundamental de la persona, que merece respeto absoluto independientemente del pueblo al que pertenezca o la religión que profese", dijo.

"Pido a Dios que no suceda nunca más un crimen semejante, entre cuyas víctimas se cuentan también muchos cristianos y otras personas", agregó.

"Que no haya lugar para el antisemitismo, en cualquiera de sus formas. Ni para manifestaciones de hostilidad, discriminación o intolerancia hacia las personas o los pueblos", agregó en el primer discurso ante las autoridades israelíes, entre ellas el presidente Shimon Peres y el primer ministro Bejamin Netanyahu.

FRENTE AL MURO DE BERLÍNCuando Francisco se dirigía a dar una misa en Belén el domingo, hizo una sorpresiva parada en el muro que separa a Cisjordania de Israel.

Fotógrafos y testigos se apresuraron para ver al pontífice cerrar los ojos y rezar ante el muro. Sólo algunos guardaespaldas permanecieron alrededor del papa, mientras él ponía su mano derecha sobre la barrera de concreto, directamente debajo de una torre de vigilancia.

Francisco cerró sus ojos para meditar. Por unos momentos recargó su frente contra una pared repleta de grafitis y mensajes de "Palestina libre". Cuando terminó, se persignó lentamente y se alejó caminando.