El papa Francisco comenzó este sábado su visita a , segunda etapa de su viaje a Turquía, con una "adoración silenciosa" a Dios en la Mezquita Azul de la ciudad, un evento que recuerda a una actitud similar de su predecesor, .

Esa mezquita, construida en parte sobre lo que fue el Palacio de Constantinopla, fue el escenario elegido por Jorge Bergoglio para protagonizar un momento que previamente fue descrito como una meditación o recogimiento.

A Francisco, que caminó descalzo en la mezquita, se le pudo ver junto al mufti de la ciudad, Rahmi Yaran.

El pontífice que inclinó la cabeza y unió sus manos junto al mufti, en una actitud que recordaba a la de su predecesor, el papa emérito Benedicto XVI, que la visitó en 2006. El gesto de ambas personalidades religiosas duró 2 minutos.

El mufti le explicó al papa algunos pasajes del Corán donde se describe qué significa la palabra "mihrab" (el nicho que indica la dirección a La Meca) y también le habló de la figura de Zacarías, del nacimiento de San Juan, de Santa Isabel y de la Virgen María.

Después de la visita a ese lugar el papa se trasladó al Museo Santa Sofía en automóvil, en medio de fuertes medidas de seguridad en la zona. Hasta el lugar llegaron miles de personas para verlo y saludarlo.

En la antigua basílica y posterior mezquita, el director del actual museo le guió por el edificio, que en su origen fue construida dedicada a la Divina Sabiduría por orden del emperador Constantino y que luego otro emperador, Justiniano, amplió para hacer de ella "la más suntuosa de la creación".

En el museo el papa firmó en el libro donde tradicionalmente escriben sus impresiones los visitantes y puso en griego “Agia Sophia Tou Theou”, que significa “Santa sabiduría de Dios”.