"La Iglesia camina desde siempre, como madre que acoge y ama, bajo el ejemplo de Jesús Buen Samaritano… La Iglesia del Verbo Encarnado se 'encarna' en las vivencias tristes y los sufrimientos de la gente, se inclina ante los pobres y ante cuantos están lejanos de la comunidad eclesial o se consideran fuera de ella a causa de su fracaso matrimonial", señaló Francisco.