Nadie esperaba a Juan Barros en la misa que ofreció el papa Francisco en Chile este martes por la mañana en el parque O'Higgins pero igual se presentó. ¿La razón? A este sacerdote se le acusa de encubrir un cura tristemente conocido por cargos de pedofilia.
La indignación de los chilenos por este caso se acrecentó más luego de que el representante de la Iglesia Católica plasmara en su discurso su "dolor y perdón" por las víctimas de abusos sexuales en el vecino país del sur.
Las cámaras captaron de forma reiterada la imagen de Barros durante la misa, junto a varias decenas de obispos y sacerdotes que acompañaron a Bergoglio. Además, se encontraba acompañado por todos los integrantes de la Conferencia Episcopal del país.
De acuerdo con la agencia EFE, "Barros fue discípulo de Fernando Karadima, un cura que tuvo una gran influencia en la Iglesia chilena a quien la justicia vaticana suspendió de por vida en 2010 tras revelarse que abusó sexualmente de niños y jóvenes cuando estaba a cargo de la parroquia 'El Bosque', en un sector pudiente de Santiago".
A pesar de este escándalo, Juan Barros fue elegido en marzo de 2015 como obispo de la ciudad de Osorno, ubicada al sur de Chile. Sin embargo, hasta ahora, es rechazado por varias facciones de la población. Inclusive, exigen su renuncia.
Una de las voces más conocidas que rechazaron la presencia de Barros fue el periodista Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Fernando Karadima. Este, utilizó su cuenta en Twitter para alzar su voz de indignación.
"El Papa pide perdón por abusos. Otro buen titular que saca aplausos y ahí se queda. Otro titular barato", dijo en twitter y agregó: "Basta de perdones, más acciones. Los obispos encubridores ahí siguen. Palabras vacías. Dolor y vergüenza es lo que sienten las víctimas".