Un día después de los atentados contra iglesias católicas en Nigeria, el papa Benedicto XVI se mostró hoy "profundamente entristecido" por los "absurdos" ataques y recordó que "muchos cristianos en diferentes partes del mundo están expuestos a persecuciones y a veces también al martirio".
"Como en la Antigüedad, el fiel seguimiento del Evangelio puede exigir el sacrificio de la vida", dijo el pontífice durante el tradicional rezo del Ángelus en Roma. "Pero quien se aferre a su fe, será salvado", añadió. Los ataques perpetrados el día de Navidad cobraron las vidas de al menos 40 personas.
"Incluso este año, el día del nacimiento de Jesús, los ataques trajeron lágrimas y dolor a varias iglesias de Nigeria", dijo el papa, que se mostró "profundamente entristecido" por lo ocurrido.
"Quiero manifestar mi cercanía afectuosa y sincera a la comunidad cristiana (de Nigeria) y a todos los que se vieron golpeados por este acto absurdo", agregó. "Llamo a todos a rezar por las numerosas víctimas", señaló Benedicto XVI.
Los ataques del domingo fueron reivindicados por el grupo rebelde Boko Haram. Hace un año más de 80 personas murieron también en ataques contra celebraciones de la Navidad en el centro y el norte de Nigeria.