Tras la llamada de grupos palestinos a convocar el "viernes de la ira" contra Israel, las respuestas no se hicieron esperar. Decenas de palestinos incendiaron con cócteles molotov la tumba de José, lugar de peregrinación para los judíos que se encuentra en Naplusa, en el norte de la Cisjordania ocupada.
Este hecho genera una gran alarma internacional porque plantea la posibilidad de que el conflicto palestino-israelí se convierta en una crisis religiosa. "El incidente representa un episodio especialmente preocupante, dada su dimensión religiosa", declaró el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Tayé-Brook Zerihoun.
[Palestinos convocaron a "viernes de ira" contra Israel y ya hubo incidentes]
Mientras, el movimiento islamista Hamas declaró que la nueva intifada palestina "está empezando y debe continuar". "El espíritu de la resistencia contra la ocupación debe ser más profundo, para bloquear todos los intentos de extinguir las llamas de la intifada", añadió el dirigente del grupo nacionalista en los territorios palestinos, Ismail Haniya.
Por el contrario, el presidente palestino, Mahmud Abbas, condenó el ataque a la tumba de José y prometió que los daños serían reparados.
CINCO FALLECIDOS MÁSEn la jornada resultaron muertos cuatro palestinos por enfrentamientos con el Ejército israelí, en la Franja de Gaza y en Cisjordania. Uno de ellos fue abatido tras atacar a dos soldados mientras se hacía pasar por periodista. A ellos se añade un quinto fallecido por ataques de días pasados.
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