La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este sábado que Sierra Leona está oficialmente libre de ébola, al cumplirse 42 días sin que se registraran nuevos casos.
El fin de la epidemia, que en un año y medio mató a unas 3.600 personas, fue celebrado por los habitantes de Sierra Leona, que encendieron velas en conmemoración de las víctimas.
[Médicos celebraron con música y mucho baile el fin del ébola en Sierra Leona]
Según los datos de la OMS, se registraron más de 8.700 casos confirmados de la enfermedad infecciosa en Sierra Leona, a los que se suman muchos más en los que se sospecha la presencia del ébola. Entre los muertos hubo 221 trabajadores sanitarios.
"El mundo nunca se había enfrentado a una epidemia de ébola de tal magnitud", dijo el representante de la OMS en Sierra Leona, Anders Nordström.
"Hay que agradecer a la movilización de recursos por parte del Estado y a la fortaleza de los habitantes que por fin haya pasado. Ahora hay que apoyar el sistema de salud para que sea lo suficientemente fuerte y resistente para hacer frente a la enfermedad si vuelve a aparecer", añadió.
[Zinedine Zidane y Ronaldo se calzan los chimpunes en partido por el ébola]
Sierra Leona era ya uno de los países más pobres del mundo antes del inicio de la epidemia y había salido de una terrible guerra civil apenas en 2002. "El ébola diezmó a las familias, el sistema de salud, la economía y las estructuras sociales", dijo Nordström.
Hace poco, los expertos alertaron de que puede haber aún peligro porque análisis hechos a hombres que sufrieron la enfermedad mostró vestigios del virus en su semen hasta nueve meses después. El estudio se hizo con 93 supervivientes en Sierra Leona y se publicó en la revista New England Journal of Medicine. Los autores subrayaron, sin embargo, que la presencia de ADN del ébola no quiere decir que se trate de virus infecciosos.
Los pacientes de ébola sufren escalofríos, dolores de cabeza y musculares, pero también pueden aparecer vómitos y diarrea. El virus puede desatar una fiebre hemorrágica y provocar fallos orgánicos. Se contagia entre los seres humanos por el contacto con la sangre y otros fluidos corporales.