Joshua Horner jamás imaginó que gracias a 'Lucy', una perra de raza labrador, él ya no tendría que pasar varios años de su vida en prisión por un presunto delito de abuso sexual infantil que finalmente nunca cometió.
En 2017, en una corte en el estado de Oregon, Estados Unidos, Horner fue encontrado culpable de abuso sexual infantil. Durante el juicio, la demandante declaró que Horner, de 42 años, le disparó y mató a 'Lucy', en un intento por disuadirla de hacer las denuncias en su contra.
El juicio original no había tenido un veredicto unánime, y pese a las dudas que había despertado la evidencia presentada, todo parecía perjudicial para Horner. Pero el caso dio un giro inesperado gracias al trabajo de Oregon Innocence Project, una organización legal sin ánimo de lucro que estaba estudiando el caso, informa BBC.
Esta organización, en trabajo conjunto con el fiscal de distrito John Hummel, descubrieron que 'Lucy' estaba viva, y había sido adoptada por otra persona. "Estaba bebiendo agua en un cuenco y se sentaba a la sombra debajo de un Porche. Jugamos con ella. La acaricié. Fue maravilloso", dijo Lisa Christon, una voluntaria de la organización legal.
"Mi investigador y el investigador del Oregon Innocence Project rastrearon a Lucy, verificaron su identidad, pasaron mucho tiempo con ella y le tomaron fotos", agregó.
Tras la revelación de la nueva evidencia, una decisión en la Corte de Apelaciones del estado permitió que Horner fuera liberado inicialmente en agosto, y se ordenó un nuevo juicio. Sin embargo, ante los intentos infructuosos de hablar con la demandante, quien se escapó del personal de la Fiscalía, este nuevo juicio fue anulado.